lunes, 25 de marzo de 2024

Uso de la Fuerza (violencia) en nuestra autodefensa civil o policial. 4/4

 

Imagen de Republica en Pixabay.

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Para acabar.
Hay que saber utilizar la fuerza/violencia motivada y legalmente, y para eso hace falta formación. Con ello no quiero justificar su uso (como estoy formado y sé utilizarla, la utilizo), pero si usted piensa que con solo utilizar palabras mágicas cómo “me defendí” va a librarse, de un proceso judicial, de la cárcel o de un proceso civil, está equivocado. ¿O, después de todo lo leído, aún no se ha dado cuenta lo difícil que le será demostrar que ha utilizado violencia legítimamente?

Una completa formación ha de englobar teoría, anatomía, psicología, gestión del miedo, judo verbal y un buen programa táctico de autodefensa. Un programa que les enseñen a saber qué grado de fuerza han de utilizar en cada momento para no ser excesivos, saber cuándo detenerse, saber cuándo hay que darse a la fuga, saber dónde golpear, saber las respuestas físicas que obtendremos, saber retener al individuo para que no caiga a plomo en el suelo en caso de nocaut y se lesione más, pedir asistencia sanitaria en caso de que sea necesario y asistirlo si hace falta. Llamar a la policía. Todo serán puntos a su favor.

Lo difícil de la utilización de la fuerza/violencia para saber si está legalmente justificada es saber interpretar el escenario, la necesidad y la ocasión. Cuando la mente está en calma, todo es más fácil. Lamentablemente, muchos ataques suceden en emboscada, en un ataque preparado previamente en el que el agresor busca una presa fácil o en situaciones que uno no busca y la encuentra. Entonces, se desencadena la violencia, no hay nada pactado, todo es abstracto, caótico, visceral, exento de norma y de honor. Se busca un resultado.
Por eso, siempre digo, si le atracan y le piden el dinero, joyas o cualquier posesión material, déselo. ¿Cuánto vale su vida? ¿Cuánto vale su libertad? No tiene que demostrar nada a nadie.
Pero si cree que su vida, la de su familia o la de un tercero está en peligro, defiéndase, defiéndalos lo mejor que pueda y si puede escapar, escape. Eso no es cobardía, eso es ser inteligente. Si no es posible, no llegue hasta el final. Tiene que saber cuándo parar si usted es el vencedor.

Enzarzarse en una pelea para ver quién es el macho alfa, no tiene dudas, es lo más fácil. No entre en ese escenario, evítelo por todos los medios. Dos no se pelean si uno no quiere. Cédale el sitio si hace falta, no mire desafiante, no ponga su cuerpo en tensión o en posición combativa, pida calma, pida disculpas si hace falta, intente razonar, para eso nos han dotado del habla. Haga lo que sea. Así, no le hará falta utilizar la fuerza/violencia.
En cuanto al servicio policial, examinado siempre con una gran lupa que quiere analizar todo lo que sucede, contenido dentro de un marco legal que representa a una sociedad cada vez más pacificada, pero con individuos cada vez más violentos, que al mismo tiempo se le exige más profesionalidad y decoro, que se le exige que utilice la fuerza y que se le juzga por haberla utilizado, tiene toda una gran dificultad en el momento de utilizar la fuerza/violencia en cada acción que lleva a cabo para su defensa o de terceros.
En la cultura europea, cada vez está más difícil utilizar la fuerza/violencia legalmente y como ejercicio que se nos atribuye como agentes, o incluso como civiles. Y posiblemente sea lo mejor para evitar agresiones desmesuradas o para evitar la represión contra la sociedad.

Pero a veces, vemos actuaciones de policías que simplemente pierden la vida por la duda. Esa duda generada por el desconocimiento, la falta de formación, el temor a no realizar el acto de usar la fuerza legalmente y tal y como se exige o tener el valor de matar en caso de necesidad, algo que parece fácil y no lo es.
Hay que reprochar a la Administración su falta de interés en la formación de su personal de fuerzas del orden y seguridad, como una acción obligatoria que forme parte de su jornada. Seguro que perderíamos menos vidas, tendríamos menos acusaciones de uso excesivo de la fuerza y demandas civiles menos elevadas en cuantías por los resultados de esa mala utilización.

Después de todo este entramado lingüístico no me queda nada más que animarlos a recordar una sola palabra en el momento en que se encuentre en la antesala de una situación violenta: la necesidad.
La necesidad, como palabra simple y fácil de recordar en momentos de alto estrés, nos ayudará a saber si tengo que utilizar la fuerza o no. Pregúntesela. Sea escueto. La respuesta ha de ser SI o NO. Si tiene dudas, no la utilice. Si la utiliza, analice constantemente el escenario para incrementar, disminuir o detener esa fuerza.

Posiblemente, y ya para acabar, igual en este escrito encuentra errores, redundante, desacuerdos, lo ve demasiado violento o cree que lo pude o puede hacer mejor. Me parece genial. Con respeto, puedo escribir su opinión o su tesis sobre lo aquí escrito. Si es respetuoso, se le publicará en la entrada de mi blog que realizaré seccionando este artículo en varias partes.

Estas palabras son mi aportación para intentar que la gente, persona civil o agente de policía, comprenda que tanto violencia como uso de la fuerza son indistintas, la misma cosa: el acto de hacer daño a una persona con un fin y que si su uso no está legalmente justificado tendrá responsabilidades penales y civiles.

 

P.D: Le paso los enlaces de las anteriores publicaciones.

http://pereperellon.blogspot.com/2024/01/uso-de-la-fuerza-violencia-en-nuestra.html

http://pereperellon.blogspot.com/2024/02/uso-de-la-fuerza-violencia-en-nuestra.html

http://pereperellon.blogspot.com/2024/03/uso-de-la-fuerza-violencia-en-nuestra.html



Un saludo. Pere Perellón.
Director Técnico de Wu Mu.  
infodefensawumu@gmail.com



Fuentes:
- http://www.useofforce.us/  - Brandon Otto.
- http://www.nononsenseselfdefense.com/   - Marc “Animal” MacYoung.
- Cuando la Violencia es la Respuesta. Tim Larkin.
- Boletín 8 del Centro de Investigación y Formación en el Uso de la Fuerza. TDPE.
- Estudio de la legítima defensa en España y en Estados Unidos. Juan Ibarra Anguera. Área de Derecho Penal.
- Uso de la fuerza en las intervenciones policiales. Ángela Pérez Moragues. Trabajo final de Grado en Criminología y seguridad.
- Sentencia nº: 1066/2012. Procedencia: Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
- https://www.rtve.es/noticias/20090129/las-claves-del-caso-tous-defensa-propia-o escarmiento/226291.shtml
- Universidad de Murcia. Anales de Derecho. El uso de la fuerza policial. Una aproximación a su interpretación criminológico-operacional en España Salvador Ruiz Ortiz, Doctor en Criminología, Universidad de Murcia. José María Mainar Ene, Doctor en Derecho, Universidad de Murcia.
- Artículo 26 del Código Ético del Cuerpo Nacional de Policía sobre Uso de la fuerza.

viernes, 15 de marzo de 2024

Uso de la Fuerza (violencia) en nuestra autodefensa civil o policial. 3/4

 

Imagen de Republica en Pixabay.

Oportunidad.

AQUÍ y AHORA. Recuerde estas dos palabras. El Tribunal querrá saber si fue el momento preciso para utilizar la violencia legalmente en ese lugar y ese momento. También querrá saber si su atacante tenía la oportunidad de atacarlo en ese lugar y momento. Peligro inminente.

Le recordaré el caso Tous. El acusado, es el yerno de los Tous, Luis Corominas. Reproduzco parte de los hechos probados de la sentencia nº: 1066/2012. Procedencia: Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

NOVENO. - Los ocupantes del Renault Megane, Sinani Gazmend y Dulji Kosum, formaban parte de un grupo de personas que estaban intentando cometer un robo en la mencionada finca.

DÉCIMO. - En el momento en que el acusado detuvo su vehículo a la altura del Renault Megane, el conductor de este último inició su marcha.

UNDÉCIMO. - El acusado, utilizando la pistola semiautomática que portaba, efectuó dos disparos al vehículo.

DECIMOSEGUNDO. - Ambos proyectiles penetraron en el habitáculo delantero del vehículo a través del cristal de la ventanilla delantera izquierda, alojándose uno de ellos en la parte interior de la puerta delantera derecha del vehículo, mientras que el otro proyectil penetró por la parte posterior izquierda del cráneo de Sinani Gazmend, quien ocupaba el lugar del conductor, y salió por la parte delantera frontal del cráneo hasta impactar contra la parte inferior derecha del parabrisas.

DECIMOTERCERO. - El proyectil que alcanzó el cráneo de Sinani Gazmend causó de forma irremediable su muerte, al provocarle una lesión cerebral…

https://www.rtve.es/noticias/20090129/las-claves-del-caso-tous-defensa-propia-o-escarmiento/226291.shtml

Inicialmente, la juez del Juzgado de Instrucción número 4 de Manresa, Montserrat Peña, decretó el ingreso en prisión de Luis Corominas al considerar que el yerno de los joyeros intentó matar a la víctima pues la autopsia reveló que la bala entró en la cabeza "de atrás hacia adelante".

La magistrada también consideró en su momento que en el momento de los hechos no existía para Corominas "un peligro fáctico objetivable".

En este caso, ¿se da la necesidad de la defensa? ¿Se da la necesidad de utilizar violencia letal? ¿Cree que se dan, en estas circunstancias, el aquí y ahora? ¿Se da esa oportunidad?

Si ha leído bien, el acusado fue hasta el vehículo y cuando se aproximó al Renault Megane, el conductor inició la marcha, y el acusado efectuó dos disparos hiriendo letalmente al conductor. Resultado penal: dos años de cárcel; resultado civil: indemnización con 300.000 euros por daños morales.

Una de las consideraciones más importantes para que su acción defensiva sea oportuna es la Distancia, el Alcance o la Proximidad. Un hombre con una pistola se considerará peligroso a cualquier distancia. Un hombre blandiendo un hacha a 200 metros en campo libre no lo es. Ese mismo hombre blandiendo el hacha dentro de un lavabo de caballeros impidiendo su salida, si lo es.

Como ve, todo depende de distancia, alcance posible o la proximidad en que se encuentre de usted. Si usted, como ejemplo, tiene una pared detrás que le impide la fuga posiblemente se disminuirá la distancia en cualquier momento y tendrá la capacidad, el agresor, de hacerle daño.

El peligro debe ser inmediato, lo hemos dicho y lo volvemos a repetir, pero va ligado a la oportunidad.

Una amenaza a tu persona en un futuro, no presenta un peligro inmediato. Una persona que te golpea y luego se marcha ya no es un peligro inmediato y, por tanto, no existe la oportunidad. Una persona que se resiste a su detención y de repente cesa y se entrega inmediatamente deja de ser un peligro inmediato. Continuar utilizando la fuerza deja de ser oportuno y por tanto ilegal. Pero también piense que igual que el peligro puede cesar también puede surgir, o resurgir inmediatamente. Entonces, puede usar o continuar usando esa fuerza según ese nuevo escenario. Vuelve a ser oportuna.

Artículo 26 del Código Ético del Cuerpo Nacional de Policía sobre Uso de la fuerza: “1. El uso de la fuerza es una medida coactiva a la que sólo se puede recurrir en caso de absoluta necesidad y únicamente en la medida en que se requiera para conseguir un objetivo legítimo. Deberá siempre justificarse y hacerse en base a criterios de legalidad y ética profesional.

4. Son principios que orientan el uso de la fuerza la oportunidad, congruencia y proporcionalidad: - Oportunidad es la necesidad o no de recurrir a la coacción física y cuándo usarla. Para ello se tendrán en cuenta las circunstancias del lugar, la persona o personas sospechosas y su peligrosidad o reacciones previsibles.

Congruencia.

… “Por lo tanto, para ejercen la función policial de control de la situación a través de la detención del ciudadano es necesario un medio de actuación que permita dicho control y que se ajuste a los bienes y deberes jurídicos que colisionan en ese momento. Y la elección de ese medio es el concepto de congruencia. Boletín 8 del Centro de Investigación y Formación en el Uso de la Fuerza. TDPE.

Además, se ha de tratar de medios absolutamente indispensables para la satisfacción del bien general, por lo que la restricción impuesta ha de ser la menos gravosa para los derechos, al tiempo que suficientemente eficaz para alcanzar los fines perseguidos (principio de necesidad), siendo necesaria cuando no exista otra menos lesiva que tenga igual o mayor eficacia en su intensidad, extensión o duración (principio de oportunidad)55.

55 BARNÉS VÁZQUEZ, J. “Introducción al principio de proporcionalidad en el Derecho comparado y Comunitario”, Revista Española de Administración Pública, nº 135, Madrid, 1994, pp. 502-505.

El uso de la fuerza policial. Una aproximación a su interpretación criminológico-operacional en España Salvador Ruiz Ortiz, Doctor en Criminología, Universidad de Murcia. José María Mainar Ene, Doctor en Derecho, Universidad de Murcia.

Para simplificar su significado, usted tiene que elegir el medio o instrumento más idóneo (idoneidad) o menos peligroso o el apropiado para la situación o escenario en el que se encuentre. Recuerde que tiene que haber una necesidad racional previa para justificar el medio que usted ha empleado para proteger el bien jurídico en peligro.

En nuestra vida, ha de prevalecer el sentido común. Defenderse con un bate de beisbol contra oso no le servirá de gran cosa, posiblemente necesitará una escopeta de gran calibre (la escopeta, ¿es idónea, es congruente contra un oso?). Defenderse con ese bate contra un menor que le quiere pegar tampoco será congruente (el bate, ¿es idóneo, es congruente contra un menor?). El medio empleado para lograr su defensa ha de ser objetivamente apto al escenario que se encuentre. Usted mismo.

Proporcionalidad.

Para explicar dicho principio utilizaré la siguiente analogía y lo representaré como una balanza que ha de equilibrar esa necesidad de utilizar la fuerza. Esa balanza debe guardar un equilibrio entre la violencia recibida y la violencia utilizada. Debe ser estrictamente igual a la gravedad de la amenaza y el objetivo legítimo que se persigue, en este caso nuestra autoprotección o las actuaciones policiales que no generen un daño superior al bien que pretenden proteger.

Si utilizamos como ejemplo la capacidad, en el sentido de un agresor o persona que se resiste a la actuación policial, que es enorme, de fuerza increíble y se dirige hacia usted, persona frágil, de peso pluma y con escasos conocimientos en defensa podemos ver que la balanza se inclina hacia la desproporcionalidad; por tanto, en caso de usted tuviera que utilizar violencia letal tendría motivos y justificación para exponer que su actuación fue necesaria para llevar a cabo su legítima defensa contra semejante individuo.

Pistola vs. Cuchillo.

Leído todo lo que hasta aquí se ha escrito deberíamos ya tener claro cuándo, por qué y si podemos utilizar una pistola para defendernos de un cuchillo. Antes, quiero darle algunas ventajas e inconvenientes de cada tipo de arma.

Una pistola tiene un alcance efectivo de unos 50 metros; el alcance del cuchillo ronda los 2 metros.

Una pistola puede disparar unos 16 proyectiles; un cuchillo no tiene límites.

Una pistola puede encasquillarse; un cuchillo no se encasquilla, puede romperse al colisionar contra un hueso.

Una pistola tiene que municionarla si no la lleva municionada; un cuchillo tiene que desplegarlo o no.

Con la pistola puede necesitar varios disparos o un certero disparo a parte vital; con el cuchillo necesitará varios cortes o certera incisión en parte vital.

Las dos, son armas letales.

Vistos estos desequilibrios, hemos de entender que de por medio y según escenario igualmente existe el alcance, la distancia y la habilidad o la capacidad del atacante cuando nos encontremos alguna de estas dos armas a nuestro frente.

Como ve, la congruencia y la idoneidad de responder con pistola ante un ataque de cuchillo queda más que justificado.

La regla de Tueller es clara. A unos 6 - 7 metros de distancia le clavaran un cuchillo antes no extraiga el arma y dispare; por tanto, existe la distancia y la capacidad.

¿Existe la necesidad y el peligro inminente? Si el individuo está lejos de usted sin claras intenciones de atacarlo, no, pero tenga su arma municionada y preparada para el disparo, en posición de 45º, apuntando al suelo y esté atento a sus movimientos.

Pero, ¿y si está encerrado entre paredes y la persona viene hacia usted? ¿Tiene alguna otra opción? ¿Se da la necesidad? ¿Peligro inminente?

Analice su escenario en cada momento. La distancia frente a un cuchillo, marcará la peligrosidad e inminencia del peligro.

Si está dotado de arma y realiza disparos, espere su resultado. Los verá. No utilice su fuerza alocadamente y vacíe el cargador sobre la persona. Vuelva analizar el escenario.

Recuerde, si surge una duda en el tribunal “pudo haber hecho esto…” usted tendrá todas las de perder.

No voy a entrar en la elección del blanco. Los que están sentados en el sofá le dirán que tiene que disparar a las piernas primero para detenerlo. Si quiere le mostraré vídeos de agentes disparando a personas a escasos metros de distancia y el individuo aún sigue en pie dirigiéndose hacia el agente. Si no rompe el hueso de la tibia, rótula o fémur, casi seguro que el tipo seguirá caminando. Cuidado.

Otro factor determinante será el estrés y la adrenalina que afectarán a su disparo; por tanto, su forma de utilizar arma y fuerza. Su cuerpo sufrirá algunos cambios (altas pulsaciones, visión túnel, posible sordera, temblores, bloqueo de los ojos en las cuencas…) y la actividad motora compleja dejará de funcionar. No le pida a su persona ser certero al intentar disparar a un objetivo concreto. Si no ha municionado su arma, posiblemente ni se acordará y no sabrá qué está pasando al pulsar el gatillo y ver que su arma no ejerce la función que se le pide en ese momento. Se lo digo porqué lo he visto en simulacros.

Entonces, cuando todo esto esté sucediendo, el agresor se le abalanzará y comenzará a asestarle golpes de cuchillo en todo su cuerpo. Si reacciona, utilizará toda la violencia necesaria para detenerlo. Ya habrá hecho demasiado tarde. Detener un cuchillo, es prácticamente imposible.

El cuchillo, no es un arma a menospreciar. Cualquiera la puede obtener y llevar encima sin que nadie la vea. No hace falta práctica ni entrenamiento marcial para pinchar a alguien, se lo aseguro.

He visto policías que han actuado ante un cuchillo con la porra extensible y han recibido navajazos.

He visto policía que han disparado caminando hacia atrás, sin acertar, y han recibido navajazos.

Si busca por internet, puede encontrar de todo.

Tenga cuidado. 

Continuará...