miércoles, 29 de octubre de 2014

Aquel último suspiro.




Espera un momento, no te vayas aún, quédate un poco más, te lo suplico.
Estate conmigo, recordaremos cosas que hemos hecho juntos llenas de felicidad.
Sabes de nuestro amor, sabes de nuestra dependencia, dijiste que nunca lo harías,
sin embargo, veo que te vas, no cumples con tu promesa, odio este momento.
La rabia hierve mi sangre, sentimientos de impotencia al vencer la nada.
Se acaba nuestra esperanza, nunca el olvido permanecerá en mi cabeza,
aunque la amargura destroce mi alma recuerdos de ti siempre querrán animarla
La batalla se desarrolla feroz, en tus ojos veo la hora de la rendición.
¡Niégate! Creía que eras más fuerte pero veo que no resistes su poder,
con un último suspiro nos dices adiós. Tus ojos se cierran, tu esencia se fue.
Rostros llenos de las lágrimas de la desesperación se deslizan lentamente,
por mejillas que una vez acariciaste, pellizcaste con emoción y amor.
Ahora, mantente firme en este viaje, ve hacia esa luz que ilumina tu último destino.
No mires atrás, allí nada necesitarás, nosotros aceptamos tu derrota, vete en paz.
Y cuando allí estés triste mira hacia abajo, siempre estaremos ahí para alegrarte.
Emprenderemos una nueva vida sin tu presencia, costará acostumbrarnos.
Llegarán días de tristeza, pero notaremos tus besos, tus risas y tus palabras,
que surgirán para hacernos un poco más llevadera tu ausencia.
Recuerdos de ti vendrán y no sabremos cómo manejarlos, pero como te he dicho:
Nunca el olvido vencerá sobre ellos aparcándolos en su lejano rincón.
Lo prometo, te prometo que lo haré, aunque pasen los años siempre recordaré,
aunque no sea de mi agrado ese último suspiro con el que nos dijiste adiós.
Cuando el día haya terminado y tu presencia ya no esté, ya sabes qué haré:
Estaré recordando esa vez que me diste beso de pasión, caricia tierna, mirada de amor.