martes, 21 de febrero de 2023

El Tai Chi actual de algunas Escuelas.

 

En la práctica actual del Tai Chi, la parte marcial de este arte llamado ancestralmente "Boxeo del Puño Supremo" se ha relegado, por parte de algunas escuelas, al recóndito lugar del desconocimiento obviando en sus prácticas dicha parte tan necesaria e imprescindible para desarrollar y entender el arte.

Algunas, sumidas en la perfecta ejecución de los movimientos clásicos de su estilo como base, sólo llegan a realizar prácticas por parejas del conocido "empuje de manos" pero sin llegar a profundizar en lo marcial de dicho fin.

Quienes lo conocen, claro.

El conformismo de sus practicantes, guiados por la inexperiencia de su profesor o mal llamado “Maestro”, llega a nada más que, algún día, saber realizar el "Círculo" a la perfección y, como mucho, poder saber realizar algunos "Chi Na" que surgen espontáneamente de la ejecución de alguna técnica conocida, que muchas veces se aleja del combate real o pelea callejera.

Pero, no van más allá.

Es impensable, para algunos practicantes del "Nei Jia" moderno, entrar a profundizar y practicar en el combate cuerpo a cuerpo o realizar proyecciones o seguir la lucha en el suelo si es derribado él o su compañero al realizar las oportunas e infinitas técnicas que surgen de la practica del "empuje de manos".

Llevaría muchos años de práctica, sudar, ensuciar la camiseta y recibir golpes.

Aquí va una pregunta clave.

¿Usted piensa que Yang Luchan fue elegido como instructor de la guardia imperial por sus gráciles movimientos?

Venga, va!!

Y usted dirá: ¿Y qué?

Esta bien. Espere.

Déjeme llegar hasta donde quiero ir.

Sigamos.

Según dichos practicantes, el Tai Chi es un sistema que favorece el fortalecimiento de la salud, aumenta la longevidad, aumenta la energía vital y es un sistema deportivo que se adecúa a las expectativas de un inexperto practicante que a veces no alcanza a realizar según qué tipo de deporte.

Aunque no negaré sus beneficios, si afirmaré que realizan un esfuerzo para lograr un beneficio físico, si lo único que buscan en el Tai Chi es mejorar la salud.

Objetivo alcanzado.

Entonces, por esta ley de la física mecánica, también se lo aportará el mover todo su cuerpo, caminar al aire libre (lea esta entrada), nadar, o cualquier otro deporte que se practique diariamente, y se concentré en su respiración mientras lo practica.

Piénselo bien.

Otro aspecto que muchos de esos practicantes suelen mencionar es el beneficio espiritual que les aporta realizar dicho trabajo.

Relajarse, concentrarse y respirar profundamente mientras se ejecuta cualquier tarea diaria ha sido una batalla que se ha perdido contra el estrés. Serenar el espíritu es una ardua tarea particular que hoy en día tiene una gran dificultad técnica y práctica.

La invasión de imágenes, vivencias y diálogos transportan a uno más allá de lo que realmente tendría que dejar llevar su mente.

Eso impide esta serenidad tan necesaria.

Según qué casos, claro.

Algunos de esos practicantes, los más atrevidos, se atreven a decir que han alcanzado el vacío, la iluminación, como si de monjes budistas se tratase.

¿Ustedes, con sus prácticas de varias horas a la semana, o si me apuran mucho al día, se quieren comparar con ellos?

Con los monjes, digo.

Recuerdo una persona que me dijo que al practicar Zen salía de su cuerpo y se veía desde arriba.

Me quedé boquiabierto.

Otra me decía que con veinte minutos de práctica de Yoga le cubicaban como ocho horas de dormir.

Asombrado, me rascaba la cabeza mientras lo escuchaba.

Los dos, llevaban poco tiempo de práctica, y ya habían alcanzado “algo” que muchos no alcanzan con toda una vida de práctica.

Y yo, con más de una década de intenso entrenamiento en Tai Chi, nunca había experimentado nada de eso.

Algo haría mal.

En fin.

En la practica del "Boxeo Supremo", u otro deporte de contacto, es una condición básica que el practicante aprenda a relajarse, a respirar y a evitar que el estrés del trabajo de dicho sistema se apodere de una mente que tiene que dedicar una especial atención al desarrollo y ejecución de los movimientos de defensa o ataque, tanto en la forma como en el combate, y a la resolución de los problemas que se le presenta frente a un adversario.

Si lo realiza, es un buen trabajo.

Aplíquelo al resto de su vida y verá buenos resultados.

Pero vayamos más allá.

Haré mención a ejercicios que embrutecen dicho arte.

Prácticas que se han añadido durante el transcurso del tiempo y que ninguno de los clásicos las menciona.

Algunos maestros más esotéricos, en sus prácticas ocultistas y secretas, suelen llevar a sus alumnos hacia el abismo del engaño al hacer alarde de técnicas arcanas, heredadas en íntimas ceremonias, de las que es muy difícil su transmisión y conocimiento.

Para adquirirlas, usted tiene que estar consagrado a su Maestro el resto de su vida.

No puede probar otras escuelas, vamos.

Dichas inverosímiles técnicas pueden derrumbar al enemigo con solo tocarlo, destruirle todos los huesos, o encontrar la muerte días más tarde.

Una vez se ha alcanzado llegar a dominar la técnica, claro.

Y se lo creen.

Los más atrevidos dicen poder crear una bola de energía en el "Tantien" la cual pueden dirigir hacia los puntos vitales de su enemigo y ganar el combate sin sudar el traje, o con un mínimo esfuerzo.

En Youtube se pueden encontrar algunas de estas falacias que dañan la imagen del Tai Chi o cualquier otro arte marcial.

Luego, le paso una.

Llegue hasta el final del video.

Verá cómo acaba todo.

Para finalizar.

No se deje engañar.

Usted, tiene que saber qué quiere en su vida.

Tiene que elegir entre deporte para el bienestar de su salud o defensa personal.

Pueden ir ligados. Si.

Pero sepa distinguir y reconocer.

Huya de lo fantástico e inverosímil.

La magia, no existe.

Como le prometí, vea este vídeo: Kiai MasteR vs MMA.


jueves, 9 de febrero de 2023

Qué y Quién, le definirán como persona

Hay dos preguntas que usted debería saber y tener muy en cuenta para definirse en el futuro como cuál persona será y estará considerada en nuestra sociedad.

Una de las dos tiene un gran interés para usted.

Le definirá mucho ante una sociedad observante que siempre ve la paja en el ojo ajeno.

Un continuo análisis para catalogarle o etiquetarle.

Se las digo: Qué y Quién.

Me explicaré.

Qué.

Nos referiremos a la pregunta Qué como aquella que con su respuesta define a la persona intelectual.

Nuestros estudios académicos, cursos, vida laboral, etc. realizados durante nuestra vida definirán a nuestra persona trabajadora o culta.

Por ejemplo si usted ha estudiado medicina y es médico, a la pregunta Qué es Usted, la respuesta será bien sencilla: Medico.

Si toda la vida ha ejercido de albañil, aunque tenga o no estudios, entonces usted es albañil.

La experiencia, también nos define aunque no haya una titulación reglada.

Si usted es pintor y ha escrito alguna novela, pues será pintor y en ratos libres escritor.

Qué, es una pregunta que usted fácilmente la puede cubrir o responder.

Aplíquela a cualquier trabajo profesional. No le demos más vueltas.

Ahora, viene lo complicado.

Quién.

Utilizaremos este pronombre para definir a la persona por los hechos o actos realizados en su larga vida, sea como profesional o como particular.

Le repito: HECHOS o ACTOS.

Aquí, ya vemos que hemos de cubrir dos campos diferenciales de algo inmaterial que van ligados a usted.

Ese algo inmaterial se irá definiendo por sus actos en el transcurso del tiempo.

Dudo que usted se la pueda responder.

Muchas veces serán otros que darán una concreción a ese Quién.

Y, ojo, pueden ser muy subjetivos.

O no.

Pero la respuesta está en sus manos.

Ahora, pongamos el ejemplo de albañil.

El pronombre Quién le definirá a usted si ha sido un buen profesional de la albañilería y también como persona.

Ya está?

Parece repetitivo.

No, hombre, espere. Hay más.

Allá voy.

Si usted ha sido capaz de realizar trabajos destacados como albañil o construcciones ejemplares.

Si su forma de solucionar problemas laborales ha sido original y acertada.

Si su relación con los peones bajos su cargo ha sido buena.

Pero también anañadiremos algo que no hay que descuidar.

Parece una pequeñez, pero no lo es.

Dirán mucho de usted.

Si deja limpio el material después de utilizarlo.

Si es cuidadoso con sus herramientas de trabajo.

Si va hecho un pordiosero o se intenta mantener, dentro de lo posible, bien aderezado.

Si nunca llega tarde.

Si bebe o consume drogas antes de acudir al trabajo.

Si nunca paga los cafés a sus compañeros.

Quiere más?

Ahora le digo otros más personales.

Si tiene una mala relación con su familia.

Si miente.

Si no sabe mantener un diálogo.

Si pierde rápidamente la compostura.

Si no viste bien.

Si no se lava los dientes.

Si nunca limpia su coche.

Qué le parece?

Quiere más?

Hay infinitos!!!

Todo ello definirá el Quién es usted como persona.

Como persona porque, a veces, con esos actos tan simples y cotidianos que, muchas veces no les damos importancia, las mentes críticas ponen sus ojos analíticos encima de esos simples, o no tan simples, hechos.

Hechos que, quiera o no, nos definen y dan respuesta al Quién soy.

Aplíquese a medico, albañil o cualquier otra profesión.

Construir el Quién es arduo y costoso, más que el Qué.

Simples y pequeños actos lo construyen pero también lo destruyen.

¿Hay que recordarles que las mentes críticas destructivas y tóxicas retienen más los errores que los aciertos?

No, ¿verdad?

Así somos.

Un simple acto, un simple hecho, puede formar un Quién erróneo de usted, pero que puede ser recordado toda su vida.

Tenga cuidado.

Le será muy difícil poderlo borrar.

Esas mentes se encargaran de ir recordándolo al público.

Para acabar.

Recuerde que durante su larga vida usted irá formando el Qué y el Quién, pero, le repito, tendrá que tener mucho cuidado cómo forma este último.

El Qué, puede ser finito.

Algún día se cansa de estudiar o de progresar intelectualmente, pone fin y se ha acabado.

Sin embargo, el Quién, durará toda la vida.

Infinito hasta su muerte.