¿Uso
de la fuerza o uso de la violencia?
Antes
de iniciar esta justificación del uso de la fuerza en caso de
autodefensa voy a intentar aclarar que el término a utilizar es
indistinto ante la pregunta del anunciado. Fuerza o violencia vendrá
a ser lo mismo. Hemos de aceptar que el uso de la fuerza es sinónimo
a violencia. Tenemos que tener claro que un uso de fuerza no se puede
ejercer sin violencia. Varios autores no coincidirán con esta
afirmación. No estamos aquí para discutirlo, pero si para
justificarlo.
Cuando
usted sea asaltado en una emboscada preparada de antemano por uno o
varios individuos que buscan una de estas tres cosas: su vida, su
cuerpo o sus bienes materiales, va a tener una reacción de
sobresalto. Dicho estremecimiento le hará pasar a una posición
defensiva ante el ataque inesperado. La reacción, depende de usted,
pero lo más normal será que se quede congelado o pase a la
defensiva. Extraño sería que pudiera salir corriendo, pero no
imposible si lo dejan escapar. Una vez dentro del escenario violento,
no le queda otra que pasar a la ofensiva para salir lo menos
lesionado posible. Aquí es cuando utilizará la fuerza. ¿Cómo cree
que será dicha ofensiva? En el momento más activo del ataque, ¿cree
usted que podrá reaccionar con alguna técnica que implica la
utilización de la actividad motora compleja y controlar la
situación? No. Y no estamos aquí para discutir los procesos
fisio-psicológicos de nuestro cuerpo ante la reacción de un ataque,
o de afirmar que usted es un ninja preparado para cualquier situación
violenta y saldrá victorioso aplicando sus técnicas de dojo con la
fuerza mínima imprescindible. Esto no es un combate. Esto no es un
cuadrilátero. En la vida real, no existen normas ni código de honor
ni nada por el estilo, solo el depredador y la presa. El delincuente
y el policía.
Ante
la subida de la adrenalina debido al ataque, la actividad motora
gruesa primaria entrará en funcionamiento y usted no podrá
controlar su fuerza y velocidad para ser lo menos lesivo posible.
Entonces, será violento, mecánico, primitivo, nulo en tecnicismos y
con poca o ninguna actividad cognitiva que le haga pensar y
reaccionar técnicamente como si de un actor de cine de películas de
acción fuera. Y si no es violento, usted perderá.
En
estos momentos, ¿sabe qué similitud existe entre usted y el
atacante? Que los dos actores del escenario están usando fuerza,
golpeando partes del cuerpo y lesionándolo, con el único fin de
encontrar un resultado positivo para sus fines. Pero recuerde una
cosa, es el oponente quién controla la pelea y determinará qué
contraataque harás mediante su ataque. Escenario cambiante. El
escenario dictará sus movimientos.
Por
eso, cualquier persona del mundo que sufra un ataque y se interne en
la agresión intentará, por todos los medios, salir victorioso del
evento y si ello conlleva golpear partes sensibles o la utilización
de cualquier arma improvisada, seguro que las golpeará o las
utilizará y no medirá fuerzas ni intentará no dañar esas partes
del cuerpo. Será violento hasta tal forma que solo se detendrá
cuando vea la oportunidad de escape o cuando su atacante esté
tendido en el suelo sin respuesta de contraataque o actividad motora.
Si usted no pasa a la ofensiva, está perdido.
Le
pondré un ejemplo diferente a lo dicho para que vea por dónde va el
asunto: un padre que al pasar por delante de un descampado ve cómo
están agrediendo sexualmente a su hija. El padre detiene su
vehículo, enloquecido, sale disparado y golpea al individuo en la
cabeza repetidas veces. El individuo se desploma en el suelo debido a
la grave lesión provocada por los golpes a la cabeza con todo su
peso. El agresor muere. ¿Existe una utilización de la fuerza para
defender a su hija o ha utilizado la violencia?
Se
lo explicaré de otro modo con el mismo ejemplo. Un padre que al
pasar por delante de un descampado ve cómo están agrediendo
sexualmente a su hija. El padre detiene su vehículo, enloquecido,
sale disparado y golpea al individuo en la espalda repetidas veces
para no hacerle daño y le pide que deje a su hija. El individuo, se
gira con un golpe de codo dirigido a sus testículos, se levanta y
ataca al padre con varios golpes de puño en la cara. El padre cae al
suelo. El agresor le patea la cabeza hasta matarlo. ¿Existe
utilización de fuerza o de violencia? ¿O ahora es violencia porque
es ilegal?
Lo
que tenemos que entender que esa fuerza es violenta y ha sido
utilizada en los dos casos para un mismo fin. Lo que tendremos que
probar es si su utilización es legal o no. Legítima defensa.
Brandon
Otto en su artículo web de utilización de la fuerza.
Martin
Cooper explica que la defensa personal es como un desafío de cuatro
partes, donde sólo una victoria en las cuatro constituye una
verdadera victoria:
Debes
poder realizarla.
Debes
derrotar a tu oponente.
Debe
ser absuelto de todos los cargos criminales.
Debe
estar libre de todos los cargos civiles.
Lo
que nos hacer ver la fuerza como un antónimo de violencia es el
prisma racional con el que se mira, guiado por normas éticas y
morales, con el que buscamos motivar una diferencia entre la
utilización de una fuerza excesiva o letal (llamémosle violencia) y
una fuerza más controlada o menos dañosa (llamémosle fuerza). Una
versión más “light” de la violencia para una justificación
menos perjudicial en derecho pero que a fin de cuentas tiene el mismo
resultado. De ahí que entremos en un debate sobre su concepto para
parecer menos lesivos de lo que queríamos ser: “he
utilizado fuerza, no violencia para defenderme”.
Entremos
en ese definido contexto policial en el que, según la ley, el
policía ha de demostrar un control de la utilización de la fuerza
(violencia) en su aplicación en los casos que se justifica una
acción policial legal, legítima y motivada. Esa fuerza ha de ser
proporcional a la fuerza que nos ofrece nuestro atacante según uno
de sus principios básicos de actuación que detallaré más
adelante. Entonces, será violencia legal. Esto es aplicable a
cualquier civil.
Recordemos
que el Código Penal exime de responsabilidad penal al “que
obre en cumplimiento de un deber o en el ejercicio legítimo de un
derecho, oficio o cargo” (Art. 20.7).
Estudiemos
casos simples en los que la policía tiene que hacer un uso exagerado
de la fuerza para poder controlar a una persona. Le expondré un
caso, como ejemplo, en el que el policía se encuentra frente a
frente con un individuo que ha decidido desobedecer órdenes y que
pasa a la acción golpeando al policía y entrando en combate. El
policía se ve envuelto en una pelea en la que tiene que utilizar la
fuerza para inmovilizar al individuo. Ante la imposibilidad, al
final, ha tenido que golpearle en partes sensibles y dolorosas y
lesionarle para poderlo controlar debido a la gran resistencia que
oponía para ser arrestado. El policía, también ha recibido golpes
letales. Todo sucede en segundos.
Vemos
otro caso en que varios policías tienen que utilizar una fuerza
desmesurada para poder inmovilizar al individuo y poderlo
engrilletar. Multitud contra uno.
¿Hay
aquí ejemplos de violencia en estos casos legales? Sí.
Tim
Larkin. “Cuando la violencia es la respuesta”:
“La
violencia es simplemente una herramienta. Se determinará cómo se
usa la herramienta, si es o no un uso justificado de la herramienta o
si es un uso delictivo de la herramienta. Pero el acto en sí es
violencia. No es autoprotección. No es defensa propia. Eso se
determina después del acto. Ahí es donde todo el mundo se equivoca.
Todo el mundo piensa que la violencia es algo aparte. La violencia es
lo que se utiliza en todos estos escenarios…”
Creo
haber podido justificar que la utilización de la fuerza es sinónimo
de violencia, aunque algunos digan lo contrario. Así, podremos
entender que separarlos, “yo
utilicé fuerza; él utilizó violencia”,
no nos eximirá de cualquier responsabilidad penal o civil. No se
equivoque, la utilización del término “utilización
de la fuerza”
no lo apartará de los tribunales ya que en sí es violencia. ¿Lo
entiende?
Tiene
que entender que el uso de fuerza o violencia, llámele como quiera,
aplicada a su autodefensa o en el ejercicio de un cumplimiento
legítimo del deber como agente de la ley tiene sus
responsabilidades. De usted dependerá cómo y por qué utiliza esta
violencia para que sea legal, tanto si es un civil como agente de la
ley.
Justifiquemos
su uso.
El
uso progresivo de la fuerza se rige por un marco normativo y unos
principios legales y legítimos. La parte que más nos interesa para
nuestra autoprotección o para ejercer nuestras funciones como
agentes es que la utilización de la violencia esté justificada ante
una agresión ilegítima que se produzca sobre nuestra persona, sobre
nuestros bienes, o de terceros.
Este
uso de la violencia no es una carta blanca para una agresión sin
límites, pero no encontrará ninguna ley que le diga exactamente
cómo tiene que utilizarla, cómo de letal tiene que ser o cuánto
tiempo puede estar ejerciéndola. Le exigen que sea progresiva o lo
menos lesiva posible. ¿Hasta dónde? Nadie se lo dirá ya que cada
escenario es único, independiente, a veces espontáneo, de corta
duración y todo depende de su desarrollo normalmente marcado por el
agresor.
Entonces,
aquí es cuando viene uno de los principios principales que toda
persona ha de tener en cuenta en el momento antes de ejercer dicha
violencia: la
Necesidad.
Para
la aplicación de cualquier eximente, se parte de un antecedente
básico, que no es otro que la de un “estado
de necesidad defensivo”.
Boletín 8 del Centro de Investigación y Formación en el Uso de la
Fuerza. TDPE.
Necesidad
¿Con
esta palabra usted podrá utilizar la violencia legalmente? Tenga
cuidado. No malinterprete. El escenario, es la clave. Durante su
desarrollo, si aún está dentro como actor, pregúntese, ¿tengo la
necesidad de utilizar la violencia para defender mi vida, la de un
tercero, un bien jurídico o el cumplimiento de un deber? ¿Sí o no?
Es fácil, solo tiene una respuesta. No hay cabida para la duda.
Si
le viene una persona cuchillo en mano gritándole que lo va a matar,
¿tiene usted la NECESIDAD de defenderse? ¿De utilizar la violencia
para salir vivo?
Cuando
usted llega a esta pregunta tan básica y fácil de responder hemos
de entender que ya ha intentado otras alternativas o soluciones para
resolver el conflicto sin éxito. Ha probado de desescalar el
conflicto con un resultado negativo. Ha intentado la fuga sin éxito.
Y, al final, ha tenido que preguntarse si tiene la necesidad de hacer
uso de la violencia como último recurso para protegerse. Si la
respuesta es sí, adelante. Dicho estado de necesidad ha de ser de
forma clara e inequívoca.
Tenga
cuidado. Si le dicen: “dame
el dinero o te mato”,
dele el dinero ya que todavía existe una opción de no tener que
usar la violencia. ¿Entiende? El abogado defensor le va a preguntar:
si
usted tenía miedo de morir, ¿por qué no le dio el dinero y sí
utilizó la fuerza? ¿Por qué no agotó todas sus posibilidades?
Cuando
vean que pudo ser inevitable, van a ir a por usted y se va a ver
sumergido en un grupo de preguntas con un vocabulario específico
para hacerle caer en la trampa. Será observado por un tribunal que
constantemente intentará ver y comprender si su respuesta, violenta,
hubiese podido ser de otra forma menos lesiva o nula. Y solo
entenderán que no pudo ser posible y de otra manera cuando las
circunstancias excluyen todas las demás posibles opciones que se le
presentaron o que usted tuvo. A eso se llama Exclusión.
Ningún
tribunal le pedirá que ponga en peligro su vida, eso es evidente.
Primero es su seguridad, está claro. Pero no puede crear dudas de
que no pudo hacer otra cosa, y que, como último recurso, necesitó
de la utilización de la violencia. Si usted se encuentra ante un
peligro inminente, debe actuar.
Brandon
Otto en su artículo web de utilización de la fuerza.
La
exclusión es el factor que falta en la mayoría de los argumentos de
autodefensa y, por tanto, la razón por la que la mayoría fracasa.
Debe recordar que usted soporta la carga de la prueba; Hasta que se
demuestre lo contrario, la ley simplemente ve a dos ciudadanos
iguales en una disputa. Puedes decir: "Intentó golpearme",
pero luego la policía y los tribunales te preguntarán: "¿Por
qué no _____?". No debe tener opciones que ofrecer para llenar
ese espacio en blanco; no debe haber ningún otro curso de acción
que pudiera haber tomado para mantener su seguridad excepto el uso de
la fuerza. De lo contrario, simplemente estás peleando porque
quieres, y eso es un crimen.
(…)
Continuará.