Un ataúd de madera, un mechero, un móvil y un hombre secuestrado y enterrado vivo. Estos son los únicos elementos de la nueva película del director español Rodrigo Cortés, Buried (Enterrado), que ha presentado esta osada cinta en el Festival de Cine de San Sebastián.
En total, 94 minutos de angustia, pánico y horror que ha dejado al público y a la crítica internacional totalmente anonadada (y encantada). Y es que con sólo tres millones de dólares de presupuesto, Cortés dispone ahora de 4.000 copias de distribución en todo el mundo, la mitad solamente destinada a EE UU.
El actor y esposo de Scarlett Johansson, Ryan Reynolds es el protagonista de Buried y tuvo que someterse "a una auténtica tortura",dice Cortés. "Uno de los pocos placeres es que puedes maltratar a una estrella legalmente", bromea el cineasta. Y es que Reynolds se sometió a un rodaje veloz e intenso, y en el que en ocasiones se realizaron tomas de seis minutos sin cortes para así obtener una absoluta organicidad dramática.
"Volvió a Los Angeles con la espalda sangrando, la piel destruida por la arena y los dedos quemados por culpa del mechero", explica Cortés tras matizar que la parte emocional fue aún más dura. "Ryan desarrolla y toca todas las emociones vitales en solo media hora, cuando alguno no las experimenta en toda su vida". Desde el pánico más primario pasando por la esperanza, la rendición, la frustración, la alegría y el miedo más horrible.
¡Habrá que ver esta película!
En total, 94 minutos de angustia, pánico y horror que ha dejado al público y a la crítica internacional totalmente anonadada (y encantada). Y es que con sólo tres millones de dólares de presupuesto, Cortés dispone ahora de 4.000 copias de distribución en todo el mundo, la mitad solamente destinada a EE UU.
El actor y esposo de Scarlett Johansson, Ryan Reynolds es el protagonista de Buried y tuvo que someterse "a una auténtica tortura",dice Cortés. "Uno de los pocos placeres es que puedes maltratar a una estrella legalmente", bromea el cineasta. Y es que Reynolds se sometió a un rodaje veloz e intenso, y en el que en ocasiones se realizaron tomas de seis minutos sin cortes para así obtener una absoluta organicidad dramática.
"Volvió a Los Angeles con la espalda sangrando, la piel destruida por la arena y los dedos quemados por culpa del mechero", explica Cortés tras matizar que la parte emocional fue aún más dura. "Ryan desarrolla y toca todas las emociones vitales en solo media hora, cuando alguno no las experimenta en toda su vida". Desde el pánico más primario pasando por la esperanza, la rendición, la frustración, la alegría y el miedo más horrible.
¡Habrá que ver esta película!
No hay comentarios:
Publicar un comentario