viernes, 17 de junio de 2011

Esclavos de Europa.


En esta asociación de países que definen el marco, más que territorial, económico al que denominamos Europa existen un grupo de ellos que encabeza la simbólica pirámide de poder, económica y social. Estos países ejercen una influencia sobre las decisiones que han de tomar sus socios más subordinados. Podríamos decir, con toda obviedad, que Alemania es una de las potencias que encabeza esta lista de los "Top Europe". Una nación actualmente liderada por la sra. Angela Dorothea Merkel, líder del partido Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU), fundado en 1945.

La ideología del CDU se autodefine como "partido popular del centro" y defiende sus raíces social-cristianas, liberales y conservadoras basándose en tres pilares básicos: "libertad, solidaridad y justicia". Proclama el objetivo de crear una "sociedad de oportunidades" en la que los ciudadanos vivan "libres y seguros". Uno de los aspectos centrales del programa es el papel de la familia como núcleo de la sociedad; para fomentar el número de hijos, la CDU quiere mejorar la compatibilidad entre la vida profesional y familiar, ampliando el número de plazas gratuitas en guarderías. Además, la CDU defiende el mantenimiento de las ventajas fiscales para las familias.

Pues bien, con las últimas declaraciones públicas que ha hecho la señora Merkel parece ser que para que su país pueda mantener dichas "ventajas" en una "sociedad de oportunidades" que posee un espacio común, como es la Unión Europea formada por 27 países, han de haber unas diferencias economico-sociales que nos diferencien los unos con los otros pues no interesa ni puede interesar que en dicho espacio seamos todos iguales en cuanto a salarios, ventajas sociales e igualdad de oportunidades se refiere.

La señora Merkel, ante la crisis y viendo peligrar dicho "status" que mantiene su país, ha lanzado el grito al cielo y ha querido impregnar a todas las demás potencias de un pragmatismo que las lleve a no sucumbir ante el desmoronamiento de dicho espacio económico y, para ello, ha pedido a las naciones subordinadas que trabajen más, que se esfuercen más, que paguen más y que, en definitiva, no vivan tanto del cuento y de la fiesta, como es un posible ejemplo España.

Merkel, no tiene mucha idea de cómo estamos aquí: algunos trabajan de sol a sol, sin vacaciones ni festivos, con muchas empresas sin convenios colectivos, con sindicatos que les cuesta defender al trabajador y con jefes que quieren explotar al máximo a sus subordinados y que si pueden echan los derechos del trabajador en un pozo sin fondo ni garantía.
Eso sí, el día que salimos la armamos gorda porque somos mediterráneos, con salero, acompañados de paella, cañita, sangría y lo que se nos eche por delante.
Que vamos hacer, "Spain is diferent", y sabemos disfrutar del momento y no somos tan helados como los nórdicos, por poner un ejemplo. Tiene que haber diferencias, ¿no? Pero ojo, somos diferentes en todo si nos comparamos con nuestros socios los germanos. Para demostrarle a la señora Merkel nuestras diferencias, ahí van esos datos:

En Mayo del 2007, en los albores de la crisis, los sueldos eran mayores en todos los trabajos germanos. Un albañil se sacaba sus 2.300€, un panadero sus 2.100€, un bombero 3.537€, un cocinero 2.550€ al mes.
La remuneración de los empleados alemanes era casi el doble que la del trabajador medio español (40.200 €, frente a 21.800 €), según el diario digital publico.es y según datos Eurostat. También hay diferencia si se mira en paridad de poder de compra (36.800 € de los alemanes, frente a los 30.200 € de los españoles

En cuanto a servicios que el estado alemán ofrece a sus conciudadanos les voy a decir que allí no se necesita pagar colegio ni universidad a los hijos, el Estado los agrupa en tres tipos de colegio diferentes según su nivel y comportamiento. Los colegios privados casi no existen, no tienen sentido. Existen ayudas importantes si tienes hijos. Y que se sepa, tampoco existen los peajes de las autopistas. Como tampoco hace falta un seguro sanitario privado, ni existen las largas colas, ni el turismo sanitario. Con tu seguro público puedes elegir el especialista que quieras para tratarte y el Estado lo paga. La vivienda es más barata.

La señora Merkel quiere que los trabajadores de los estados europeos trabajemos más, y como dijo un diputado alemán: "nosotros no somos un buen modelo".

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los españoles trabajaron 1.653 horas anuales en 2009 frente a las 1.389 horas de los alemanes. No entremos en debate si usted trabaja 10 horas al día y le surgen más horas de las computadas, que, aunque ya lo sabemos, ellos parecen desconocerlo.
Jornada laboral
Eurofound, un servicio de estudios de una patronal europea, calcula que, una vez descontados vacaciones y festivos, los españoles trabajan casi 60 horas más al año. Eurostat refleja que en España se trabajan alrededor de tres horas más a la semana, cosa algo dudable, y que el horario alemán (que se aproxima a las 35 horas semanales de media) está por debajo de las horas que dedican al tajo los ciudadanos europeos.

La productividad del trabajador español fue en 2009, último año de referencia, de 73.358 dólares, no muy lejos de los 74.323 de Alemania o los 80.515 de Suecia y ligeramente por encima de los 73.339 de Dinamarca.
En cuanto a la productividad por hora trabajada fue del 93,5% del Producto Interior Bruto (PIB) para el alemán medio frente al 82,2% del español dato que sí nos deja por debajo aunque trabajemos más; por tanto se tendrían que estudiar sus causas reales de esta baja productividad. 

Las vacaciones, fueron similares en ambos países: cuatro semanas (24 días laborales) en Alemania y 30 días naturales en España.

Presión fiscal, los impuestos directos y pagos a la Seguridad Social de los trabajadores españoles representaron un 19,7% de sus salarios en 2009; mientras los alemanes contribuyeron con un 41,3% de sus sueldos. Sin embargo, las empresas germanas tributaron menos: un 1,3% del PIB frente al 2,2% de las españolas, según la OCDE.

La esperanza de vida de los hombres es de 78,6 años en España -que tiene de población 45,9 millones de personas- frente a los 77,8 de Alemania - con 81,8 millones de población -. Mientras, las mujeres españolas viven de media 84,9 años y las alemanas, 82,8 años.

Edad de jubilación oficial está en los 65 años y en ambos también se ha aprobado una reforma para elevarla a los 67 años progresivamente. Sin embargo, la edad real de jubilación es, precisamente, más alta en el caso de España. Los trabajadores españoles se jubilan de media a los 62,8 años mientras que los alemanes lo hacen a los 61,5, según el informe ‘Pensions at a Glance’ publicado por la OCDE el pasado mes de abril.

Pensión mínima es de 570 euros al mes en España con 14 pagas mientras que en Alemania el cálculo se realiza por medio de un sistema de puntos, con lo que es más difícil su cálculo, pero es más alta.

En España hay más accidentes laborales serios que en Alemania (85 y 66, respectivamente) y menos camas por hospital (324 y 820, respectivamente).

En educación, la tasa de abandono escolar prematuro es del 31% en España frente al 11,1% de Alemania, según el organismo internacional. Además, un 59% de los hogares españoles tuvo acceso a Internet en 2010 frente al 82% de los alemanes. El gasto público en investigación representó un 1,38% del PIB español en 2009 frente al 2,82% de Alemania.

Gasto en energía, los alemanes pagan más por la gasolina pero menos por la luz. Según Eurostat, los germanos pagaban 0,13 euros por kilovatio/hora en 2010 frente a los 0,14 euros de los españoles, cuyas facturas siguen encareciéndose. Por el gas, la misma situación: 11,5 y 12,7 euros por gigajulio, respectivamente.
Según el último boletín petrolero de la Unión Europea, el litro de gasolina vale 1,54 euros en Alemania frente a los 1,34 euros de España; mientras que el litro de diesel vale 1,35 y 1,24 euros, respectivamente.

Entonces, ¿qué es lo que quiere la señora Merkel cuando lanza su grito al cielo? ¿Por qué exige a los demás países que se aprieten el cinturón cuando ellos no son el modelo adecuado a seguir en cuanto a trabajo y salarios bajos se refiere? ¿La líder del club de los “Top Europe” necesita esclavos europeos para mantener diferencias en un mismo espacio? En nuestra sociedad de consumo, ¿es necesario tener subordinados en cuanto a salarios y beneficios sociales se refiere para así obtener más riqueza?

Lamentablemente, en nuestra sociedad, en nuestro mundo conocido, todavía no se ha extinguido la esclavitud. Cada día vemos más casos.
Sí, antes éramos pobres, pero en soledad ya que no teníamos socios. Ahora, parece ser que para pertenecer a la Unión Europea hemos de ser los esclavos de dicha sociedad y ocupar el escalafón más bajo de la pirámide económico-social europea para que los otros puedan mantenerse donde están.

Merkel decidirá nuestro destino. Merkel decidirá nuestro futuro. Pero, aunque lleguemos a ser los esclavos de Europa, nunca cambiará nuestra manera de ser.

jueves, 9 de junio de 2011

AMENAZADOS (UNTHINKABLE).


Hacía días que no comentaba una película. "Amenazados" ha despertado mi interés por una cuestión: la crudeza y brutalidad en las cuestiones morales que un individuo puede hacer despertar hacia toda una nación o un gobierno o un agente especial de policía.
Tortura, integridad, derechos humanos y la justificación por un bien mayor se encuentran plasmados con gran fuerza en esta película que nos mantiene en un continuo combate entre la justificación o no sobre la necesidad de la tortura para conseguir un bien nacional: la salvación de millones de vidas.
 
Reparto: Samuel L. Jackson, Carrie-Anne Moss, Michael Sheen,
Sinopsis: Sheen interpreta a un hombre que ha cometido la locura de colocar tres bombas nucleares en tres importantes ciudades de Estados Unidos; Samuel Jackson da vida a un agente de operaciones secretas que debe hacer todo lo que pueda para descubrir dónde están escondidas las bombas antes de que sea demasiado tarde. Ante la fuerte resistencia del detenido y la gran presión por conseguir la información, el interrogador llegará a donde sea con tal de conseguir la posición de las bombas para así poderlas desactivar i salvar a la población. Carrie-Anne Moss es una agente especial del FBI que pondrá en entre dicho las salvajes prácticas del interrogador.

Una buena película de acción y suspense que los productores habrán querido sacar a la luz para hacernos meditar sobre la justificación o no, según la opinión de cada uno, de la utilización de la tortura en casos extremos. 
Claro está, NO APTA para menores.