The Wall Street Journal critica en un vídeo la situación de España.

The Wall Street Journal define a España como un 'país de fiesta y baile" en el siguiente vídeo. 

“Acostumbrados a la fiesta y el baile” 

El reportaje asegura que España es un país “acostumbrado a la fiesta y al baile” y que ahora es “la resaca de Europa”. Insiste en mensajes tópicos como que es el país de toros, los sanfermines o la siesta. Y todo ello con recurrentes imágenes de artistas callejeros, gitanas bailando, etc. 

Desde luego, su opinión, no hace un flanco favor a un país que intenta levantarse por todos los medios y salir de la crisis sin atacar a sus otros similares, que están o han estado en la misma situación. ¿O es que Wall Street Journal no se acuerda que la crisis dio su inicio en EEUU? 

Un diario que mira la espalda de su vecino y no la suya propia no es un diario fiable y más cuando intuimos quién posiblemente pueda estar detrás de todo ello. 

Este mismo diario, The Wall Street Journal, avala la candidatura americana de nuestro expresidente Aznar para presidir la UE, según el diario digital "elplural.com": 

"Murdoch promociona a sus chicos. En EEUU algunos medios sí ven con muy buenos ojos la opción de Blair o incluso Aznar presidiendo la UE. Así lo hace The Wall Street Journal de Murdoch, donde aseguran, en un editorial del que se ha hecho eco Diario crítico, que los candidatos de los países pequeños no son suficientemente conocidos."

Leyendo esto es cuando se levantan las sospechas de que un diario americano es movido por intereses particulares, políticos, hacia un sentido más conservador, derechista, que intuye que, posiblemente, muy pronto, ese país sumido en una importante depauperación económica dé un cambio de rumbo en su política nacional. De esta forma, señalando a España como un país de fiesta, que lo es, igual que todos los países, ni más ni menos, nuestro expresidente y su partido político, el PP, encubiertamente no demuestran querer ver a nuestro país recuperado, como otra potencia mundial como lo fue y lo será. Más bien, sus intereses partidistas se mueven hacia futuras elecciones, hacia el mandato y gobierno del país a costa de todo y de todos. 

Tenga cuidado sr. Aznar, porque en ese mismo país, la revista Foreign Policy,  le incluye en una lista de los 5 peores expresidentes del mundo. Según información corroborada por el diario español el ABC, éste diario incluye en el texto de su columna: "...los que ejercen y ostentan el poder con malas artes o viles legislaciones".  Y el diario inicia su columna con el siguiente título: "Junto a Schröder por «vendido al dinero de Gazprom», o el presunto instigador de los camisas rojas en Bangkok, «Foreign Policy» condena a Aznar por sus palabras: su versión sobre el 11-M, la conducción con unos «vinitos» o el ecologismo mundial".

Las fiestas nacionales son un signo de una particular identidad y de diferencia que demuestra cada país o región: los "Correbous" de les Terres de l'Ebre; los "Castells" del Tarragonès, Alt Camp y del Penedès; la "Feria de Abril" de Sevilla; los "Sanfermines" de Pamplona; "La Semana Santa" con su gran pasión en Andalucía; la "Tomatina" de Buñol; o las "Fallas" de Valencia, entre otras tantas.
Podemos ver que en otros países más "saneados" económicamente también se suceden diferentes fiestas durante el año: "La fiesta de la Cerveza" en Alemania y Austria; "La fiesta de la Vendimia" en Francia; o "Palio di Siena" en Italia. 
¿Aún quieren más nuestros amigos del Wall Street Journal?
Hablando del mundo nord americano, el cual también tiene sus propias fiestas -el 4 de Julio, por ejemplo- un ejemplo a seguir de ellos es el patriotismo que demuestran muchas veces los ciudadanos norteamericanos, ejemplo que podemos ver que a nuestro ex presidente aún no se le ha contagiado.

La prensa, también tiene su papel importante en destapar a esta falsa clase política, movida por intereses electoralistas, y poner a la luz todas sus tretas y a estos falsos patriotas que dicen mirar por nuestros intereses. 

España siempre ha sido, lo es, y lo será, un país de cultura, fiesta y alegría, faltaría más. Pero también es un país en el que sus ciudadanos han luchado y luchan para sobrevivir trabajando dura e intensamente. Trabajadores que ni se asemejan, en derechos, pero sí en obligaciones, a sus similares europeos. Un pueblo, dirigido algunas veces, por unos líderes que ejercen una política que no es la adecuada, errónea, o que no defiende los intereses nacionales, pero que nada tiene que ver con el pueblo español que los ha votado.