viernes, 22 de octubre de 2010

El "Gran Marrano Político" ya ha comenzado.



El mundo de la política española está dando un giro inesperado dirigiéndose a toda velocidad hacia las audiencias. Como las últimas estadísticas predicen un alarmante decrecimiento en el interés hacia la política por parte de los ciudadanos y una gran ausencia en las urnas, los afiliados analistas han sugerido formas más atrayentes para captar votos desesperadamente y así ganar elecciones. Ya ha comenzado su particular show. No importa la política, en su esencia. No importa rescatar al país. Importa más la intervención mediática a toda costa. En el caso catalán, algunos han optado por presentarse a programas que ejercen la "Telebasura" para dejarse entrevistar gratuitamente y así facilitar y hacer llegar la propaganda electoral de sus partidos  a las mentes más abiertas e interesadas en la política de este país. Un país que está a punto de la quiebra, que ha tenido que retirar muchas de las ayudas sociales existentes y rebajar el salario de algunos de los mal llamados "trabajadores privilegiados" para poder aguantar el chaparrón que está cayendo en suelo español. Y lo más extraño es que en sus propagandas electorales, estos mediáticos, se atreven a decir que aumentarán las ayudas sociales si entran a gobernar. Algo incompresible, ya que no hay un duro.  
Ahora, con la nueva remodelación del gobierno, la última escena decrépita en el plató político la protagoniza el alcalde de Valladolid Javier León de la Riva (PP) que en sus declaraciones a Onda Cero se ha atrevido a catalogar, ante el posterior mutismo de sus socios de partido, a Leire Pajín como "una chica preparadísima, hábil, discreta, que va a repartir condones a diestro y siniestro por donde quiera que vaya y que va a ser la alegría de la huerta". Como cierre a su intervención, invadido por el aire circense de un plató preparado para este gran propósito, el desgaste político, dijo "(...) tengo que decir que cada vez que le veo la cara y esos morritos pienso lo mismo, pero no lo voy a decir aquí". ¡Demasiado para el cuerpo! Después se auto proclamarán moralista. Pues con esas insinuaciones que quieren que les diga. 
En fin, veremos qué nos deparará el futuro político de la nación. Ojo, pues a este paso, hay políticos que se llevan la palma con sus "morritos, orejas, bigotes" o lo que se vayan a fijar y que ofrecen un gran abanico de posibilidades para crear todo tipo de comparaciones, insinuaciones o incluso exclamaciones algo lascivas. 
Seguro que otro nefasto episodio se nos ofrecerá próximamente en el que la ética desaparecerá por completo, arrastrando la moral por el sucio suelo, y surgirá expresamente la buscada "marranería" para desbastar al contrario, no dándose cuenta el o los protagonistas de que así, lo único que desgastan, es la misma doctrina política base de toda democracia.

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