lunes, 8 de noviembre de 2010

Autorretrato poético.

Atención señoras y señores porque de singular personaje he de hablar
Al que en breves y magistrales líneas mencionaré
Pues se trata de un prohombre que no tiene par
Que por su gran corazón y carácter describiré.
Si no fuera porque bien lo conozco 
Diría yo que a la gente confunde
Pues aunque parece personaje serio y algo tosco
Al rato que lo conoces alegría infunde.
Si le pedís cosa mundana inalcanzable 
Hará todo lo posible por complaceros
Y si no es de su propiedad pero asequible
Intentará adquirirlo con sus dineros. 
¡Ahora bien, no penséis que gran candidez lo guía!
Y es que como he dicho carácter tiene, ¡y valía!
No oséis tomarle el pelo y como he mencionado el dinero
Porque bien seguro que con su puño os pagaría
Esta cobarde traición y arrogante osadía
De la que como testigo pondría al mundo entero.
¡Tened cuidado!, pues bien se le conoce por su destreza
En las extrañas artes de la esgrima y la pelea
Y viéndose timado os emprendería con tal fiereza
Que correríais como gallo que poco cacarea.
¡En verdad que lo haría y os aseguro que ni piedad ni perdón os daría!
Os lo digo con certeza. 
Acabaría ahora pero creo que falta algo, no lo sé…
¡Por Dios! Tendría que haber una palabra que definiese con exactitud
A este hombre al que sus padres llamaron Pedro José
Y con ella terminaría un trabajo lleno de corrección y pulcritud
Del que todos me felicitarían por mi agudeza.

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