viernes, 21 de mayo de 2010

OLVIDOS Y TRETAS: ADITIVOS DE LA CRISIS.


Una cosa es real. El objetivo, que hasta ahora tendría que estar dirigido hacia el gobierno y su gestión, ha sido desviado interesadamente enfocándolo a esta clase de trabajadores a los que muchos tildan de “intocables”, “casta especial” y otros adjetivos.  Bajar el sueldo de los funcionarios, es una medida popular fácil, que gusta a muchos, y que se ha aplicado por diferentes gobiernos ya sea de derechas –congelación- o de izquierdas –reducción- y que por lo visto ha de ser el tema principal de los diálogos televisivos matutinos protagonizados por “expertos” que después se irán a comer al restaurante de lujo. Y siempre hay alguno de esos sopla gaitas, que no se sabe qué carné tiene en su espalda, normalmente economista, catedrático o profesor de alguna empresa privada que te da el “Master del Universo en Mover el Dinero a Paraísos Fiscales”, para darle más credibilidad al asunto, y el muy capullo nos da lecciones de moral y nos dice que él está contento de que le rebajen el sueldo ya que es una medida necesaria para que el país pueda recuperarse. ¿Dónde está la trampa?
Para ganar competitividad los sueldos tienen que bajar, pero… ¿dónde está el límite? ¿Cómo los de China? El salario promedio de los empleados de instituciones estatales alcanzó los 1,580 dólares diarios. Es imposible competir contra eso y los empresarios lo saben; se traduce en deslocalización. Marchan sin devolver las ayudas estatales. Nos dejan al paro, sin contemplaciones. Luego, nos venden su producto al mismo precio pero con un coste muy reducido que les hace aumentar las ganancias a costa de un pobre trabajador o crío en edad de lactancia que está en la otra parte del mundo y que trabaja 16 h. al día sin ir a mear. Patético. 
Simplemente, los grandes directivos han utilizado una táctica para que su empresa gane más y les importa un comino que nos muramos de hambre. Y lo mejor: saben que somos tan estúpidos que lo compraremos igual, aunque venga de Vietnam, Pakistán o de Baratolandia. 
Pues saben qué, que se vayan. A la mierda, ¡ala! ¿Y qué? Si al final tendremos que ser  todos funcionarios. Funcionarios de los funcionarios. Un mozo, con carrera y master, de subalterno en un instituto cobrando 800 € al mes. 
Las empresas, están para ganar dinero, faltaría más. Pero el negocio, esa ganancia, tendría que ir guiada por la ética y el patriotismo y así, conjuntamente, poder sostener, entre todos, este país. Si no, lo abandonamos todo y que se vaya a tomar por culo España y toda la nación.
Lo que es una gran verdad es que los salarios, en general, aunque hayan aumentado con el I.P.C. –algunos, no se alarmen-, un gran porcentaje es comparable a los salarios que en la década de los 90 se cobraban, si no pregunten a los trabajadores del campo, cajeras del súper, estajista y gran parte de autónomos que han visto como hordas de especialistas en su misma materia han invadido sus competencias por un precio más reducido. Y algunos, con el título universitario bajo el brazo para intimidar.
El autónomo o el empleado que ve invadidas sus relaciones laborales lideradas por un astuto lobo empresarial tiene que reducirlo porque sino vendrá el otro, el que comparte piso de 60 metros con 10 o más o el que no paga hacienda o el que trabaja en negro o el que se apaña mejor en este país aunque sea robando, y lo hará con tal de sobrevivir aunque sea a base de bocadillos de chorizo o sardinas en lata, sin gastarse un duro y exigiendo sus derechos y libertades.
Y lo más bueno de todo es que ellos, los Al Capone de la economía, fumándose un puro de 30€ la calada, se divierten en sus despachos viéndonos pelearnos para que al funcionario de turno le rebajen el salario como medida estelar para salir de la crisis. ¿Hay que ser economista para ese tipo de solución?
¡Ojo! No te metas con ellos, por que la iniciativa de gravar a las grandes fortunas se ha dejado para otro día seguramente por alguna amenaza de última hora de no financiar la campaña de su partido. Francia, con dos cojones, hace 20 años que graba a estas fortunas. Aquí, es otro cantar y hay que aplicar medidas menos peligrosas y que refuercen el liderazgo de un Capitalismo encubierto.
El gran problema de una crisis que comenzó en EEUU y fue provocado por el mismo causante, la banca –¿hay que recordar con qué facilidad se concedían los préstamos?- es la que ahora a salido totalmente impune y reforzada por ayudas estatales. Fuera del objetivo y miradas críticas, nadie se acuerda de ella. Se dijo que había de cambiar el modelo financiero y lo único que de momento cambia constantemente son los salarios y las fuentes de ingresos de los trabajadores.
Señoras y señores hay que ser más serios y lamentarse de sus tretas financieras que nos han llevado hasta donde estamos.
Señoras y señores en una empresa privada –y la Administración del Estado lo es- que está completamente saneada y con unos excelentes ingresos, el directivo que no la gestiona como es debido simplemente es cesado engrosando las filas del INEM. Y ojo encuentre nunca más trabajo.
Por último, quiero rascarme mi cuero cabelludo para excitar la memoria de una masa gris embotada por la idiotez que pulula por mi alrededor y recobrar algunas palabras del pasado: estamos a salvo de la crisis financiera; superaremos a Alemania en renta per cápita; tenemos la tasa de paro más baja de la historia; crecemos por encima del 3%; y estamos en la Champions League de la economía mundial; etc, etc, etc. Palabras perdidas en una atmósfera contaminada.
¿Qué ha pasado durante estos años? ¿Por qué han cesado los ingresos? ¿Por qué no se han destinado reservas económicas cuando había beneficios? Simplemente porque los ingresos no eran fijos, sino variables. El boom inmobiliario fue el mayor y muchos lo sabían y muchos invirtieron en ese tipo de negocio que les daría una alta rentabilidad de su dinero en poco tiempo. Vieron la ocasión con la entrada de emigrantes. ¿O es que las madres españolas criaron tanto como para aumentar la población exageradamente?  
España alcanzó los 46.951.532, un 0,4% más que en 2009. El 12,2% de los ciudadanos censados son extranjeros, o sea 5.708.940.
¿Quién no apostaría por el ladrillo viendo lo que se avecinaba? Algún tonto que pretendía hacer dinero trabajando honradamente.
¿Quién apostó por la industria que es la única que mantiene empleos? Nadie. Quién sería el tonto de colocar su dinero en algo tan superfluo, peligroso y poco rendible en el que se vería implicado directa o indirectamente con unas negociaciones laborales siempre candentes, relaciones humanas electrizantes, gestión y cartera de clientes que menguan en todo momento, líneas de crédito, pago de proveedores, impuestos… y, al final, posiblemente con pérdidas y con algún E.R.E de por medio.
Desviar nuestro objetivo para no perder futuras elecciones, es una treta simple. Hoy, han dado el ranquing de los partidos y políticos más valorados en Cataluña y ellos igual suben. Será por esa medida tan aceptada entre el ciudadano que es bajar el sueldo al funcionario.
En fin, hay que ser realista y no dejarse llevar por tretas y engaños que no incentivaran nuestra economía y no sumergirse en un provocado olvido que nos hará perder lo poco que aún nos queda, si es que queda algo, y alejarnos de la razón y del raciocinio. Recapacitemos.

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