El sábado, al levantarme por la mañana, el nerviosismo invadía todo mi cuerpo. Sería la primera vez de algunas cosas que serían inolvidables para el resto de mi vida: subir al AVE y asistir a la Feria del Libro de Madrid. Eventos que para mí, eran un sueño hecho realidad -bueno, lo del tren no tanto, siempre se puede subir otra vez-.
Llegar al Camp de Tarragona y encontrar la estación del AVE, aunque no fue difícil, al menos sí decepcionante. Creía que sería una estación en un lugar repleto de servicios, tiendas e instalaciones... en difinitiva: vida; y lo que me encontré fue vehículos aparcados en la cuneta -porque el parking es de pago- y una estación muy desolada, aunque nueva. Pero bueno... yo, a por el AVE y dirección Madrid.
El recorrido de Camp Tarragona a Madrid, con un tren que parecía una avión -llegó en momentos a la velocidad de 300 km/h- fue bastante cómodo y ligero. Las paradas: Léria, Zaragoza, Calatayud y, por fin, Madrid. Bajar del AVE, subir al bus de la línea L26, y llegar a la puerta del Ángel, del Retiro, fue cuestión de minutos.
Cerca de esa misma entrada se encontraba la Caseta 223 de Entrelineas Editores, y esperándome la editora Ma. Eugenia Gonzalez a la que aquí os presento por medio de esta foto.
Después de los saludos y de conocer a los otros autores que compartirían la caseta conmigo -aquí les veis en otra foto: por orden, Tensy Couce, Roberto Garcia , yo, y Henri Berger el poeta más joven de la feria, por no decir del mundo; comenzamos la mañana, hasta el mediodía, preparados y dispuestos a firmar muchos ejemplares y a dar información a los lectores sobre las dudas y cuestiones que nos planteasen sobre nuestras novelas y poemas.
Una mañana muy distraída con un público masivo que invadió todo el parque de El Retiro y que nos hizo estar vibrantes durante las horas que estuvimos en la caseta.
Nos lo pasamos también que, espero, poder regresar el próximo año. Habrá que ver si con nueva novela. De momento, Los Inocentes Hijos de Dios estuvo en Madrid, en la Feria del Libro, anunciándose por megafonía y en la estantería de la caseta. Y eso ya es mucho para un autor ampostino.
Desde Amposta con amor. Una experiencia magnífica, menos lo del AVE, que es una vergüenza donde han puesto la estación porque eso parece un desierto, ahora estan construyendo una estación más cerca de Tarragona y Reus creo que estará en el Aeoropuerto de Reus, ni pa tí ni pa mí......... Bueno eso si no le cambian el nombre al aeropuerto que toda la vida ha sido de Reus, pero ese ya es otro tema, en fín felicidades por todo!!!!!!!
ResponderEliminarEnhorabona per tot, de veritat que dona goig veure com te mous pel món de les lletres en tant poc temps!!, bueno lo de l'estació de l'Ave és bastant penós i un 99 per cent de la gent que n'hem fet ús coincidem plénament amb el desencert que han tingut en lo montatge del parking i serveis adicionals...;gualet que l'estació d'Atocha...
ResponderEliminarenhorabona cosí
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