jueves, 25 de enero de 2024

La Actitud y el Espíritu en la Autodefensa.

 

Según la RAE la Actitud es: 1. f. Postura del cuerpo, especialmente cuando expresa un estado de ánimo. Y el Espíritu es: 4. m. Vigor natural y virtud que alienta y fortifica el cuerpo para obrar. 5. m. Ánimo, valor, aliento, brío, esfuerzo.

Para hablarle de la actitud, voy a mostrarle dos imágenes a las que le asignaremos los acrónimos de I1 (imágen 1) y I2 (imágen 2). Son imágenes extraídas de un episodio de la serie Los Farad que ofrece Prime video en las que surge un león enjaulado.

Seguramente, podría encontrar las misma imágenes en cualquier documental de la fauna salvaje de África. Pero voy a utilizar a un león encerrado en una jaula para esta pequeña entrada.

Vamos allá.

I1.


En esta imágen podemos apreciar al león dentro de una jaula.

Vamos a utilizar el siguiente analogía: la jaula representará el escenario. El léon representará la persona.

Vemos a un león con cara pacífica que no transmite ninún peligro, ni miedo, aun su majestuosidad. Simplemente está relajado, tranquilo. Es un “lindo gatito” que cualquier persona querría tocar o tener en casa.

I2.


La segunda imágen, es diferente, pero es el mismo león en el mismo escenario.

Mire sus ojos.

Mire la expresión de su cara. Su rostro arrugado.

Ruge. Advierte.

Boca abierta. Mire cómo muestra sus colmillos.

Transmite miedo al que lo mira.

Con su actitud, transmite mensajes.

Uno muy claro: te voy a destrozar.

Yo, ahora, ya no tocaría a ese león, aunque sea el mismo.

Mire usted, vale más prevenir que curar. ¿Sabe?

¿Qué ha hecho el león? Ha modificado su lenguaje corporal para transmitir un mensaje.

¿Cree usted que el león podrá tener miedo en algun momento? Sí.

Imágine que se le acerca un elefante (escenario).

El espíritu y la actitud entran en juego.

El león marca su territorio y advierte.

Tiene el valor necesario (espíritu) y lo muestra con su actitud.

El elefante no se detiene.

El león hará lo que usted haría debido a la respuesta, ante el miedo, que nuestro sistema defensivo tiene para protegerse: luchar o huir.

El león, tendrá miedo, gestionará su miedo, advertirá, y en caso de ver una posible pérdida, huirá.

El elefante es más poderoso que el león.

Huirá porque tiene espacio.

Bien.

Pongamos que la jaula es un escenario violento en el que usted, el león, está immerso.

Lo siento, no puede huir. Ha sufrido una emboscada. Está lidiando entre la vida o la muerte.

¿Qué mensaje le gustaría transmitir durante la agresión, durante su autodenfesa?

¿Qué león desearía ser?

El segundo, está claro.

Usted desearía poder transmitir una energía que solo con su postura, ya venciera al adversario.

Si ese personaje ve que se enfrenta al león fiero y resiste el ataque, entrará en dudas, se debilitará internamente. Ya tenemos parte del combate ganado.

Y si antes del ataque, ya advierte de esa actitud y de ese espíritu combativo, elegirá otra víctima que no le cree problemas. Se lo aseguro.

La actitud forma parte de la autodefensa, igual que el espíritu.

Hay que tener el valor para enfrentarse a esos personaje y luchar contra ellos.

Hay que saber extraer y transmitir esa actitud aun estando en un escenario violento, frente a un adversario más poderoso.

Para eso, entre otras cosas, hay que saber gestionar el miedo y hacer que sea nuestro aliado.

Como no, hay que entrenarlos.

La actitud y el espíritu, digo.

Para cuando nos haga falta, tener aliados.

Un entrenamiento en autodefensa debe ser completo.

No consiste solamente en dar y recibir golpes y memorizar técnicas.

Hay partes muy importantes que cualquier persona debe conocer, saber y estudiar, entre ellas la actitud y el espíritu.

Espero que con el ejemplo del león entienda a qué me refiero.


Un saludo. Pere Perellón.

Director Técnico de Wu Mu Autodefensa.

Info Blog: https://pereperellon.blogspot.com/2023/03/asociacion-defensa-personal-wu-mu.html

Correo: infodefensawumu@gmail.com




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