viernes, 11 de noviembre de 2011

El futuro de nuestros salarios y derechos.

Voy a vaticinar el futuro de nuestros salarios y derechos en Europa.Tal como está el panorama crítico actual, viendo cómo actúan los gobiernos con sus socios europeos, creo ser capaz de adivinar cómo acabará todo esto. Me explicaré y ustedes, al final, me darán la razón -como a los locos- o no.
En esta crisis que se nos está llevando todo por delante y que da inicio a una nueva Era que será conocida en tiempos futuros como la Era de la REDUCCIÓN -llamemosle Reducción a un sinfín de derechos que nuestros antepasados consiguieron con gran esfuerzo y poniendo su vida como pago por conseguirlos y que ahora desaparecerán por arte de magia- los nuevos gobernantes líderes de la Unión dan inicio al ejemplo que han de tomar otros que tendrán la paella por el mango en un futuro no muy lejano.
Bien, la cosa es sencilla. Nuestros socios europeos, líderes ellos, dueños de ingentes cantidades de dinero que han sabido colocar muy bien, están exigiendo a otros países, no tan inteligentes y subordinados a sus dictámenes, que para financiarles aún más han de hacer grandes sacrificios sociales y, por tanto, económicos, para obtener más financiación para así poder dar un pasito p'alante en esta loca carrera económica. El problema es que ahora ya se han quedado sin dinero hasta los financiadores. Viéndose atrapados, rascándose el pelo de la cabeza para racionalizar más, a los grandes cerebros que manejan nuestra economía y nuestros bolsillos, se les ha ocurrido una gran idea: invitar a nuevos socios para disponer de capital fresco, su capital. La China, es un ejemplo.
Pero claro, los chinos son los chinos y, aunque algunos dicen que son amarillos, tontos no lo son y eso conlleva su peligro. Ya lo verán.
China ha aceptado, encantada, de formar parte en el club de los prestamistas con la excusa de que pueden peligrar sus exportaciones, según las amenazas de los europeos. Si, claro. 
Ha puesto y pondrá cuanto dinero disponible tenga y pueda poner pues parece ser un negocio redondo. Y lo será mientras no pase nada. Hasta que cuando China presienta que sus nuevos socios no pueden devolver su dinero acuñado con la imagen de Mao y abra sus apretados párpados con tal desmesura que se les vea el color blanco de sus ojos, entonces dará el alto a las entregas económicas, pondrá fin a los préstamos, y tendrán muy claro sus próximos pasos. ¿O es que alguien se piensa que por ser Comunista no se es menos Capitalista, más ingenuo y algo tonto?
Para que vea usted como es el Partido Comunista Chino, con más de 70 millones de miembros, en el que según sus fundamentos ideológicos el mundo rural ha de lanzarse y levantarse contra el mundo burgués -primitivo lema utilizado por Mao- el cual ahora, utilizando los principios del cambio del I Ching, ha derivado en un modelo autoritario de fuerte componente nacionalista que toma una dirección clara hacia el Capitalismo agresivo en el que trata a los trabajadores como simple maquinaria necesaria para levantar al pueblo aunque sea a costa de todo. 


27 de mayo de 2007. Trabajadores chinos en una estación de policía de Shanxi, tras ser liberados  tras más de un año de trabajos forzados en una fábrica de ladrillos en el centro de China. Foto: China Out Getty Out/AFP Photo


Y efectivamente es así. Horarios de 12 horas o más, insalubridad laboral, hacinamientos humanos en pequeñas cárceles que dicen ser sus habitaciones, llevan a sus niños a los trabajos colgados de la espalda, algunos se quedan sordos debido al ruido de las máquinas y aún lo agradecen porque así no les molesta tanto el ensordecedor ruido y un largo etcétera que usted no quiera saber.


Trabajadores chinos durmiendo en una fábrica. Foto: noticiasdeabajo.wordpress.com
Comiendo entre el material de trabajo. Foto: Intereconomía.
A lo que vamos. ¿Usted cree que si China ve peligrar sus inversiones no hará nada al respecto? ¡No sea tan ignorante hombre o mujer! Si China ve que Europa no le puede devolver su dinero prestado optará por el ejemplo empleado por la misma Europa con sus paises pertenecientes: exigirá reformas estructurales, laborales y sociales que nos dejarán equiparados a su salario medio, que son unos 90€ al mes, y con sus mismos derechos laborales, si es que los tienen. Así, seremos más competitivos -igual que ellos, vaya- y podremos vender nuestro producto más barato -el problema será a quién, pero esto es otra cuestión- y devolverles el dinero.
¿La solución? Pues no la sé, faltaría más que un triste presunto escritor que intenta hacerle pasar el tiempo leyendo su bloc la supiera, pero creo que Europa no tendría que pedir más dinero ni empeñarse más. Tendría que utilizar el sentido común y hacer como cualquier familia que ha pedido un préstamo y no puede pagarlo o les es muy difícil. ¿Y cómo lo hacen? Venden sus activos, no gastan más de lo que ingresan, se están de caprichitos inútiles, se liberan de toda carga inútil que se paga mensualmente y aseguran o intentan asegurar su trabajo.
Ahora, tengamos cuidado con que activos nos deshacemos. Seamos inteligentes. No vendamos empresas que dan beneficios, si es que aún las tenemos. Y si no, pues vendamos jamones ibéricos ¡joder! Pongámonos todos  a criar cerdos de pata negra y vendamos algo que seguro nos va a dar beneficios sin perder nada nacional -lo único que podemos perder es algún tocino, que buena falta hace-.
El dragón ya ha despertado. En un futuro próximo, el animal mitológico sediento de capitalismo, como si de una fábula se tratara, vendrá a por nosotros y se comerá al Sant Jordi catalán matador de dragones, al Carlomagno francés, al Willian Wallace escocés, al Olafo el Terrible vikingo, o cualquier otro héroe épico histórico o de cuento que nos sacó o nos saca cada día las castañas del fuego. 
Pronosticado nuestro futuro con una base sólida -tres cañas en el bar, oír las noticias del telediario y escuchar a la Princesa del Pueblo, una tal Belén- me apuesto 1 €uro, ahora que vale más que 1 Yuan, que no me equivocaré en mi profecía negativa sobre nuestros salarios y derechos. ¡Pa verlo!
Como un testigo mudo -aunque escriba en este bloc que casi nadie lo lee- permaneceré sereno, expectante a los movimientos ondulantes del Dragón amarillo, para ver si el tiempo me da o no la razón. Ustedes, ya no hace falta.

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