martes, 3 de abril de 2012

Política y los 101 días de Rajoy.

Mientras el dios Apolo, representante griego de la verdad en esta tierra, ayuda a abandonar el territorio español a marchas forzadas, defendiéndola de sus agresores lanzando flechas por doquier intentando salvar a la pobre ciega representante de la ley y la justicia, los fieles creyentes de un nueva diosa, más  poderosa, más influyente y más atrayente dejan que se instaure plácidamente en un acto ultraliberal que ha tirado por suelo derechos y libertades, honor y credibilidad de un "recorte de espada" en lo que una vez fue la península de Hispania. 
Con su influencia ha sido capaz de salvar de la ciega justicia a todo un presidente de una comunidad y ha puesto a todo un magistrado en entredicho a punto de ser condenado por perseguir lo perseguible. Representada por el más puro capitalismo neo liberal, ahora, será capaz de perdonar a todo aquel que ha defraudado las arcas públicas permitiéndole declarar lo indeclarable con escasa sanción y así, animándolos, como ya hicieron otros, a seguir estafando porque sale más barato que pagar impuesto alguno. 
Viéndose libre del dios Apolo el cual intentaba mantener la verdad, ahora, donde dijo "Digo" ahora dice "Diego" y "subo impuestos porque quiero"; o "ahora hago lo que a otros censuré"; o no te devuelvo lo que es tuyo porque te llamas "Cataluña".
Desconoce hacia dónde ir y qué hacer pero merece ser venerada porque, ojo, nos jugamos sueldo, empleo y casi familia si vamos contra ella. 
Vacía de ideas, provoca risas, insta a la burla, causa verborrea, anima a la usura, cierra sus ojos ante el expolio y toca un instrumento llamado pandereta. En definitiva, antigua ideología que  en Grecia, Aristóteles, le dedicó una obra, ahora, transformada en diosa se la llama: POLÍTICA.

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