jueves, 20 de marzo de 2025

Programa de Autoprotección / Defensa Personal "Mujer Cazadora".

 
Lamentablemente, más de lo esperado, surge la noticia de la muerte de una mujer. El maltrato físico, emocional y psicológico que sufren algunas mujeres no decrece, sigue en aumento.
Por eso, desde la asociación Wu Mu, para prevenir actos de violencia machista, enseñamos a la mujer a ser proactiva, buscando los indicadores que le señalan un posible maltratador o el inicio de un proceso o relación que derivará en maltrato, localizarlos, aceptarlos y poner su plan de acción en marcha.
Le enseñamos a poner unos obstáculos previos que el acosador/maltratador tiene que sobrepasar para llegar hasta ella antes de tener que utilizar la fuerza.
Recuerda: El motivo nace anteriormente al hecho violento. Detectar para evitar es la mejor prevención.
La dotamos con métodos verbales para poder desescalar una crisis violenta y así evitar la confrontación. 
Enseñamos a gestionar el Miedo y sus reacciones psicofisiológicas que la pueden llevar a la parálisis. 
Ante una escalada del conflicto que se dirige hacia el uso de la violencia hacia ella, le proporcionamos las herramientas adecuadas al sistema legal, ético y moral actual para dominar la agresión con un uso progresivo de la fuerza.
Para lograr todos estos objetivos, formamos física, psicológica y emocionalmente a la mujer con teoría y práctica.
Realizamos y creamos entrenamientos basados en escenarios probables y realistas que usted se puede encontrar.
El programa "Mujer Cazadora" la abastece de un conjunto de métodos, técnicas y respuestas ante estímulos violentos que han sido recopilados de varios sistemas de combate adaptados a la realidad de la violencia. 
Estudiamos la biomecánica de nuestro cuerpo para ser más eficientes y eficaces dentro del escenario.
 
Este programa es apto para todas las mujeres que, sin tener ninguna noción en defensa personal, busquen un sistema avanzado de autoprotección sean cuales sean sus aptitudes o condiciones físicas y psicológicas; por lo tanto, es un método fácil, simple y eficaz. El sistema se adapta a la persona.
 
Algunos programas de defensa personal convencionales tratan la violencia desde la perspectiva del estímulo / respuesta, entonces, eres reactiva. Nosotros la tratamos desde la parte proactiva para que estén más seguras puesto que es más rápida la acción que la reacción.

Ante todo, elige seguridad.

 
Entrevista Ràdio Ràpita sobre Violencia de Género/Doméstica y nuestro programa de Autoprotección "Mujer Cazadora":
https://www.radiorapita.cat/programs/lentrevista/radiorapita_podcast_25905?ref=tw

lunes, 24 de febrero de 2025

Aires de abandono

Podría ser el título de una película, pero no lo es. 

Fíjense en la imagen. El pobre, está destrozado.

Cuando dejó de ser útil, cuando no pudo realizar su función de calentar o refrescar al ser humano, fue abandonado. Así, sin más.

Estudioso de las ciencias del comportamiento dirían que el perfil del autor es un hombre de más cuarenta años. Cursó estudios, pero no aprobó la EGB. Negacionista del cambio climático. No le importa la sociedad, vive aislado de ella. Es una persona que no se esfuerza y que le es difícil conseguir objetivos. Vive solo del presente, día a día, no tiene futuro. Posiblemente viva solo sin familia. En su juventud, tuvo una novia pero se lo dejó por falta de cuidados personales. Sus ingresos están por debajo de la media. Etc. Etc.

Y le diré que no tengo ni idea de quien fue y menos de su perfil y que seguramente estaré equivocado y ha sido una persona joven, con muchos recursos y grandes conocimientos, incluso con carrera y para añadir algo más, deportista.

En fin.

La sociedad actual está condenada a la desaparición por inacción, codicia, falta de sentimientos y falta de estima al prójimo.

Y añada usted todo lo que más quiera.

El abandono es la solución más fácil y anónima. Tener que ir a la gestora de residuos, dar tus datos, y que no quieran aceptar esos residuos porque no vives en esa población puede ser un buen pretexto para una solución más simple como es el abandono.

Otro pretexto es el ahorro de energía, la ley humana del “Mínimo Esfuerzo”: no me desplazo hasta el lugar que los tengo que depositar y lo lanzó aquí mismo, cerca de la carretera, por donde paso y ahora que no me ven.

En lo que sí que estaremos de acuerdo es que esto forma parte del patrimonio que dejaremos a la futura humanidad, si es que la hay a este paso.

lunes, 7 de octubre de 2024

Fiscalizar a la Víctima

 


Venimos de un pasado de imposición. Venimos de un pasado en el que la expulsión del Edén por cometer El Pecado Original era un acto ejercido por un hombre incitado por una mujer: “Cómete esta manzana”. Eva, tenía la culpa. Y Eva, interrogada por Dios, culpaba a la Serpiente por haberla provocado a comérsela “Por culpa de ella: la serpiente”.

A diferencia de los pensamientos Sofistas o Socráticos que nos enseñaron a asumir nuestra propia culpa, esta nueva doctrina religiosa impuesta nos enseña que la culpa, el Pecado, es o está motivado por el otro y quien realiza el acto, en este caso el de comérsela, incitado o no, no es el culpable.

Para alejarnos aún más de esa corriente de pensamiento pagano del “Yo culpable”, escribieron e impusieron un Decálogo de Leyes en el que eligieron a la segunda persona como la que había de obedecer esos mandamientos dictados por un único dios puro que, sin embargo, puede exigir el sacrificio de tu hijo: “(Tú) No matarás. (Tú) No robarás. (Tú) No cometerás adulterio”...

Hazlo o no lo hagas, tú.

Venimos de un pasado oscuro, creador de necesarios necios e ignorantes para que todo vaya a un ritmo y hacia un destino. Un pasado alejado de la ética y la moral que esos antiguos filósofos griegos intentaron dejar a nuestro mundo para que nos guiara en nuestros actos, actitudes y pensamientos.

Asumir nuestra propia responsabilidad ante nuestros actos, promulgaba el estoicismo. Aunque divergente, así crecía la sociedad hacia esa forma de pensamiento.

Más próximos, venimos de un cercano pasado dictatorial en el que se prohíbe la palabra y el pensamiento contrario y nos impone y sumerge nuevamente en ese pensamiento doctrinal basado en una religión en el que refuerza la tesis de que la culpa siempre es del otro.

Venimos de un pasado en el que, siguiendo la línea, una persona por ser homosexual se le acusa de estar enfermo, ser diferente, de no corresponder a un prototipo de hombre que a la sociedad se le exige. La culpa, es tuya por ser diferente.

Venimos de un pasado en el que una mujer no puede abandonar a su hombre aunque la tenga como a una esclava, aunque abuse de ella, aunque la menosprecie como persona. La culpa, es tuya por no ser una buena esposa y no saber encontrar la fórmula para que tu marido sea la persona más feliz de este mundo.

El eslogan sigue siendo el TÚ: “Tú, no eres un buen hijo. No eres un hombre, estás algo afeminado”. “Tú, eres tonto porque no apruebas”. “No tienes los suficientes cojones para…”. “Tú, no eres una buena esposa”. “A la mujer se le atrofia la inteligencia”. “Tú, no estás curado de ese idealismo inmoral”. “Tú, no…”.

Uno juzga sobre el otro. El mea culpa va dejando de existir para convertirse en el tua culpa siguiendo ese plan. Se aborrece la autocrítica por parte de un YO como ser imperfecto que es y que algo está haciendo mal.

Nuestra sociedad, prohibida desde décadas del ejercicio de un raciocinio diferente al existente, entra en una democracia para no saber elegir con qué quedarnos más que con lo que, a Ellos, como impuestos aurigas de una sociedad perdida de rumbo que no sabe los siguientes pasos a dar, les interesa.

Siguiendo el guion del TÚ, se extiende de contenido ese nuevo Código que ha de regir nuestra sociedad, dando así rienda suelta a la interpretación condicionada.

Comienzan los asaltos a las arcas donde nadie asume su culpa y prosigue la decadencia de la responsabilidad para dar rienda suelta a una delincuencia desnutrida de ética y moral.

Viendo que resulta mejor alejarse de la responsabilidad se inicia de nuevo la acusación y no la asunción y ya, descaradamente, se asume la primera persona para culpar al otro: “Yo, soy víctima de la Sociedad.” “Robo porque nadie me da lo que necesito”. “No piensas como yo”.

Siguiendo con esa vorágine desbocada de una falta de moral ya casi absoluta, se refuerza el eslogan del “TÚ” culpando a las verdaderas víctimas para justificar de sus actos a los culpables: “Te lo buscaste, ibas con ropa provocativa”. “Vas vestida como un hombre”. ”Te golpeó porque eres maricón”. “Eres la única que se queja de sus actos”.

Como vemos, para reforzar el viejo cartel del “Tú eres el culpable” y que no pierda la fuerza de hacia donde se dirige, se fiscaliza a la víctima poniendo siempre en duda sus palabras, su persona, sus actos, aunque el hecho o las pruebas estén clara y inequívocamente a su favor.

No siendo suficiente, este refuerzo es apoyado por opiniones que lanzan algunos personaje públicos que se les estima imparciales y neutrales creando así la duda y la incertidumbre sobre el populacho. Así, se asume la probable posibilidad de que la víctima tenga también parte de culpa y que el autor se ve forzado y motivado a realizar el acto impulsado por cómo es, cómo viste, cómo va, cómo camina, cómo piensa, la víctima.

Interesadamente, se va perdiendo la esencia de lo ético que es asumir la responsabilidad del “YO” como culpable, como persona que ejerce el acto ilícito, al de “La culpa es tuya”, “TÚ”, motivando ese acto ilícito ejecutado impulsado por cosa externa que lleva a ejercer la acción de un “YO” que se ve autorizado por ese motivo.

Fiscalizar a la víctima, es lo más potente ya que desvía la atención de un público deformado éticamente por una maquinaria construida y elaborada conscientemente desde hace siglos para tal efecto: desviar la atención del “YO” para dirigirla hacia el “TÚ”.

A eso se le suma que nuestro gran Código permite que ese “YO” pueda hablar y expresar ante un público expectante a sus palabras los motivos que le condujeron a ejercer la acción ilícita e inmoral hacia el “TÚ”. Motivos que no tienen ningún límite ético o moral y por ende pueden ir dirigidos a inducir al pensamiento general hacia una crítica que al final les lleve a traer a juicio las acciones u obras de la víctima más que las del autor de los hechos.

Esos antiguos griegos se escandalizarían al ver cómo ha degenerado su pensamiento original de cómo y hacia dónde ha de dirigirse la Sociedad.

Se horrorizarían de ver cómo, una Sociedad que cuenta con una temprana educación, incluso se atreverían a decir con una sobrecarga de información, no está eligiendo adecuadamente y aprovechando para crecer como Sociedad saciada de ética y moral que va dirigida hacia lo correcto, lo responsable y, lamentablemente, está degenerando hacia lo inmoral, incorrecto e irresponsable esgrimiendo el eslogan de que “La culpa sus actos es del otro” y reforzándolo aún mas fiscalizando a la víctima.












 

viernes, 12 de julio de 2024

Cómo vencer a un luchador experimentado en un enfrentamiento violento.

 



Image by OpenClipart-Vectors from Pixabay

Es la eterna pregunta a la que cualquier persona que practica un sistema de autoprotección se enfrenta: ¿cómo ganar a un especialista de un arte marcial en un enfrentamiento violento?

Primero, explicaré varios conceptos: la asimetría, el artificio o engaño y el luchador experimentado.

El concepto de asimetría y el engaño se han ido utilizado durante siglos. Sun Tzu y Miyamoto Mushasi ya nos hablan de su utilización en sus tratados sobre la guerra y el combate. Si no los ha leído, y para que se entienda fácilmente, le explicaré que la asimetría viene a referirse a la utilización de métodos diferentes a los que normalmente se utilizan en caso de guerra o combate y así sorprender y ganar al enemigo.

En cuanto al artificio diríamos que es la utilización de un truco inteligente destinado a engañar a alguien creando una oportunidad de eliminar la amenaza.

Por último, un luchador experimentado sería aquella persona que se ha especializado en un sistema de combate bien sea Boxeo, Judo, MMA, Kickboxing, Krav Maga, cualquier otro tipo de arte marcial, o luchador que se ha formado en las calles.

Como podrá ver, tanto la asimetría como el artificio nos vienen a decir que la utilización de métodos no convencionales son los que nos aportaran una ventaja sobre un conflicto en el que puede que nos aventajen en cuanto a cantidad de participantes, pesos, técnica o experiencia.

Ojo, he dicho una ventaja, nada más.

Por tanto, partiendo de la base de lo explicado, si usted se encuentra en un enfrentamiento violento e intenta ganar a un adversario experimentado utilizando métodos convencionales en los que él se ha formado, prácticamente tiene las de perder. Él, lleva años especializándose en su juego y usted no.

Lamentablemente, la mayoría de la gente ve la violencia física como la única forma de terminar el conflicto. El problema es que al utilizar la violencia, el juego ha cambiado por completo y puede tener un final impredecible.

Algunos, utilizan la violencia pensando que con un golpe van a detener la violencia. Todo lo contrario. Cada vez que se utiliza la violencia física puede que no termine hasta que uno de los dos, o tal vez ambos, estén muertos.

Realmente, muchos que la utilizan sin saber la magnitud de lo que puede o está a punto de pasar, nunca han estado realmente en un conflicto. Piensan que intimidan a alguien que no tomará represalias (entre otros, lea el artículo “Exceso de Confianza del Policía”). Están desconectados y totalmente ciegos a la realidad. Piensan que usando la violencia ganarán.

Entonces, cada vez que recurramos a ella, tenemos que pensar en un posible resultado que no sea de nuestro agrado y que nos lleve hacia una posible muerte.

Por eso, tenemos que hacer todo lo que esté en nuestras manos para evitar cruzar esa línea de no retorno que es la utilización de la violencia.

Una vez aclarados brevemente estos conceptos, pasaríamos a ver cómo desarrollar el escenario para no llegar a una escalada que nos lleve a la violencia.

Para eso, tenemos que tener muy claros estos principios: respeto hacia la persona, trato profesional y exquisito y desescalada.

Respete y trate a la persona como a usted le gustaría que le tratasen. Este es el primer principio para evitar una escalada del conflicto. No lleve las cosas al plano personal y empatice.

La necesidad de la Desescalada, una vez iniciado el conflicto, es de vital importancia. Para ello, tiene que saber manejar las palabras, saber cuáles utilizar y saber cómo trabajarán a su favor para desescalar la situación.

Si usted sabe manejar la situación usando la palabra, un 90% de las veces no tendrá que utilizar violencia, se enfrente a un luchador experimentado o no.

Esta es una forma máxima de ganar un enfrentamiento sin tener que utilizar la violencia.

Cualquier técnica simétrica, querer demostrar que sabe muchas técnicas, participar en un combate reglado, bailar su juego, etc., etc., de lo único que le servirá será, con alta posibilidad, para ver como sale derrotado y con un final impredecible.

Por tanto, si no existe forma posible de desescalar y tiene que utilizar la violencia contra una persona o un luchador experimentado (recuerde, usted nunca sabe si se enfrenta a un luchador experimentado o no a no ser que lo conozca de antemano) tendrá que utilizar la asimetría, el artificio o el engaño, entre otras cosas, para poder salir victorioso del enfrentamiento violento.




jueves, 23 de mayo de 2024

Los modelos de la moda.

Imagen de Pexels en Pixabay.
 

Hace poco estuve en la capital.

No en Amposta, capital del Montsià, sino en Barcelona.

Cuando llego a la ciudad, me gusta observar todo lo que sucede a mi alrededor.

Me gusta tener consciencia situacional de lo que pasa.

Me gusta observar a los individuos de la metrópolis.

Casi siempre veo cosas diferentes que suceden ante mi presencia.

En la calle capitalista, veo gente que pasa caminando, corriendo, escuchando música, mirando el móvil, hablando con el aire, conversando, leyendo el periódico, etc.

Un tipo con falda buscando por las papeleras.

En fin...

Algunos, parecen robots; otros, máquinas de otro tiempo; otros, no tienen el sentido del ridículo lo más mínimo.

Me encanta esa diversidad.

Me deslizo escaleras a bajo hacia el underground.

Durante el trayecto en metro, observo a las personas que suben y bajan en las paradas.

Unos, se quedan de pie; otros, se sientan, ocupando rápidamente un lugar vacío dejando a personas mayores que disfruten de su fracaso y que se acuerden aún más de sus dolores, de su cansancio y de que son viejos.

Humanismo ausente.

Una mujer mayor estornuda.

“Jesús”, le digo.

Se me queda mirando como si recordase que había un tiempo pasado en que la educación era la primera norma.

Sigue el ruido de la máquina desplazándose a toda velocidad acompañado del silencio de los presentes.

Una chica toda tatuada, con un corte de pelo extraterrestre, vestida con una moda aún por llegar, conectada a sus auriculares, tararea una canción con sus labios mientras desliza sus manos por el aire, supongo, al ritmo de la canción.

Silencio. Todos a su bola.

Se nos acerca una persona de etnia sudamericana. Sus rasgos lo delatan. 

Va con un acordeón y un altavoz.

Se pone a cantar.

Casi nadie le escucha.

Acaba su actuación.

Pide disculpas si ha ofendido a alguien.

Silencio.

Solo una persona le da dinero.

Se va.

Llego a mi destino y bajo rápidamente.

Me cruzo con una asiática, supongo japonesa por sus rasgos. Va vestida de "manga".

Adiós.

El rebaño, ni se inmuta.

Caminando hacia mi destino, sigo observando.

Llego. 

Entro y me siento en una sala de espera abarrotada de gente.

Reflexiono sobre todo lo que ha sucedido.

Un punto de unión me atrae: desfile variopinto de modelos corporales.

Surge una pequeña sonrisa en mis labios.

He visto pasar personas de todas las culturas, sexos, tallas, tipos, y no digo colores porque queda mal.

Mucha diversidad.

Mi cerebro crítico-reflexivo aún está funcionando. 

He estado observando constantemente personas.

Sí, de acuerdo.

Solo me ha llamado la atención una cosa: no he encontrado ninguna mujer u hombre tipificado modernamente como “el estereotipo de modelo”.

Si, esa persona que sale en las pasarelas, desfiles o como quiera llamarle.

Esa persona “prototipo” que los grandes, o no tanto, de la moda los utilizan para mostrarnos su nueva creación.

 

Imagen de Sabrina Belle en Pixabay

 

Me digo: durante horas, he estado por una gran ciudad y no he visto a nadie que se le asemeje, ni de cerca, a ninguna de esas personas.

A los modelos, quiero decir.

He visto cuerpos pequeños, regordetes, gordos, gráciles, enjutos, nervudos, robustos, gruesos, rollizos, extremadamente delgados, altos, bajos… De todo menos a los que me refiero.

Entonces, pienso: ¿a quién representan esos modelos? Porque no he visto persona similar a las que salen en esos desfiles de alta costura a los que ni a usted ni mí nos verán con nuestra presencia.

Entonces, volvamos, ¿a quién representan?

Bueno, a alguna parte del conglomerado de personas que vivimos en el mundo, supongo.

Bien. Por si no lo sabe, existen tres tipos de cuerpo: ectomorfo, endomorfo y mesomorfo.

Cada uno tiene su morfología.

Por sus características, el ectomorfo, correspondería al de los modelos: altos, delgados, extremidades largas, hombros estrechos, de poco peso.

Guapo o feo, no va con el tipo de cuerpo.

¿Se da cuenta? La realidad se aleja de esa ficción creada que circula por el mundo de las pasarelas que parecen querer representar a solo una tercera parte de los cuerpos humanos.

Surgen las preguntas.

¿Por qué no utilizan personas normales?

Ojo, normales lo somos todos.

Al decir normales quiero referirme a un tipo de cuerpo que nos represente a todos, o a casi todos.

Me lo voy a inventar.

Un “endo-ecto-meso-formo”.

Lo siento, no existe.

Si existe una mayoría, de 2 a 1, “endo” y “meso” contra “ecto”, ¿por qué no se los representa en esos desfiles?

¿Qué hay detrás de la mente de esos organizadores de desfiles de moda para elegir solo al “ecto”?

¿Qué motivos impulsan a elegir solo un tipo de cuerpo?

¿Se hacen esos vestidos solo para el “ecto”?

Los demás, ¿no nos los podemos poner?

¿Solo es rico o inmensamente rico el “ecto? Entonces, ¿solo los compra el “ecto”?

Esos vestidos tan caros, claro. 

Igual sí, digo yo.

Lo preocupante es que eso va más allá.

Películas, series, propaganda, casi todos utilizan al “ecto” como modelo de éxito.

Los estadounidenses, los que más; los europeos, y concretamente lo españoles, no tanto.

Se acuerda de actores de los setenta u ochenta como Fernando Esteso, Martínez Soria, Alfredo Landa, Rafaela Aparicio, Florinda Chico, el gran José Luís López Vázquez, Gracita Morales, Álvaro Vitali, Peter Sellers…

No eran ni de cerca del tipo “ecto”.

Ahora, no tendrían cabida. 

En el tiempo, hay un eslabón perdido en el que se decide elegir al “ecto” como modelo a seguir.

¿La creación de James Bond y sus bellas mujeres rompió con el esquema? ¿Ese es el eslabón?

Ni idea. Igual sí.

¿Qué ha pasado desde entonces hasta ahora para que el “ecto” haya ganado la presencia tanto en el mundo de la moda como en el de la pantalla?

Lo desconozco. Igual hay alguna explicación científica.

Señores del cine y de la moda, les pregunto: el héroe, el protagonista, el que más sabe, el más ágil, el erudito, el guapo, el moderno, el que viste bien, ¿solo tiene el cuerpo “ecto”?

Creo que no.

¿Usted se imagina un siglo XXI en el que se pudieran ver desfiles de moda con los tres tipos de cuerpos?

Películas, propagandas, desfiles de moda con la diversidad existente de esos millones de tipos de cuerpo que deambulan por el mundo que se merecen un respeto y una representación.

¿Poder llegar a ver en la pantalla héroes que se alejasen del estereotipo ectomorfo y de lo perfecto, guapo, educado, serio e inteligente?

Tampoco quiero que nos represente un Torrente.

Nadie quiere decir que ahora tengamos que ser obesos, dejados, sucios y malolientes.

Seamos serios.

Me refiero a las personas normales, del montón, de las que se ven diariamente por todos los lugares, sitios y mundos con sus cuerpos que se alejan del estereotipo.

Personas que van por los andamios, limpiando las calles o las casas, en los talleres, en el mercado, en las oficinas, en los colegios, en el campo, sirviendo en los bares, taxistas, camioneros, butaneros...

Quien sea y donde sea.

Con todo respeto, a esos me refiero.

Los héroes de verdad.

¿Qué pasa, que esos cuerpos no se visten? ¿Esas personas no protagonizan una vida? ¿No pueden ser héroes?

El día que se estrena una película con un héroe obeso o fuera de lo "ecto" entonces es del género de comedia o risa. 

Vaya hombre.

Para partirse, vamos.

Esperemos que las cabezas pensantes se den cuenta del daño que han hecho y están haciendo al querer hacer creer a las generaciones que se dejan influir con solo un clic electrónico o con la visualización de un vídeo que solo la representación de lo que es humano está creado, adaptado y solo lo puede hacer un cuerpo ectomorfo.

Esperemos aceptaciones de la diversidad y los pertinentes cambios en las pasarelas, en la pantalla y donde sea hacia modelos más representativos de la humanidad.

Volveré a la urbe. Veré diferentes tipos de cuerpos y creeré firmemente en la diversidad y su falta de representación.



P.D. Como marca la RAE he utilizado el género masculino para aludir conjuntamente a ambos sexos y no tener que poner masculino y femenino constantemente al referirme a las personas..






lunes, 25 de marzo de 2024

Uso de la Fuerza (violencia) en nuestra autodefensa civil o policial. 4/4

 

Imagen de Republica en Pixabay.

...

Para acabar.
Hay que saber utilizar la fuerza/violencia motivada y legalmente, y para eso hace falta formación. Con ello no quiero justificar su uso (como estoy formado y sé utilizarla, la utilizo), pero si usted piensa que con solo utilizar palabras mágicas cómo “me defendí” va a librarse, de un proceso judicial, de la cárcel o de un proceso civil, está equivocado. ¿O, después de todo lo leído, aún no se ha dado cuenta lo difícil que le será demostrar que ha utilizado violencia legítimamente?

Una completa formación ha de englobar teoría, anatomía, psicología, gestión del miedo, judo verbal y un buen programa táctico de autodefensa. Un programa que les enseñen a saber qué grado de fuerza han de utilizar en cada momento para no ser excesivos, saber cuándo detenerse, saber cuándo hay que darse a la fuga, saber dónde golpear, saber las respuestas físicas que obtendremos, saber retener al individuo para que no caiga a plomo en el suelo en caso de nocaut y se lesione más, pedir asistencia sanitaria en caso de que sea necesario y asistirlo si hace falta. Llamar a la policía. Todo serán puntos a su favor.

Lo difícil de la utilización de la fuerza/violencia para saber si está legalmente justificada es saber interpretar el escenario, la necesidad y la ocasión. Cuando la mente está en calma, todo es más fácil. Lamentablemente, muchos ataques suceden en emboscada, en un ataque preparado previamente en el que el agresor busca una presa fácil o en situaciones que uno no busca y la encuentra. Entonces, se desencadena la violencia, no hay nada pactado, todo es abstracto, caótico, visceral, exento de norma y de honor. Se busca un resultado.
Por eso, siempre digo, si le atracan y le piden el dinero, joyas o cualquier posesión material, déselo. ¿Cuánto vale su vida? ¿Cuánto vale su libertad? No tiene que demostrar nada a nadie.
Pero si cree que su vida, la de su familia o la de un tercero está en peligro, defiéndase, defiéndalos lo mejor que pueda y si puede escapar, escape. Eso no es cobardía, eso es ser inteligente. Si no es posible, no llegue hasta el final. Tiene que saber cuándo parar si usted es el vencedor.

Enzarzarse en una pelea para ver quién es el macho alfa, no tiene dudas, es lo más fácil. No entre en ese escenario, evítelo por todos los medios. Dos no se pelean si uno no quiere. Cédale el sitio si hace falta, no mire desafiante, no ponga su cuerpo en tensión o en posición combativa, pida calma, pida disculpas si hace falta, intente razonar, para eso nos han dotado del habla. Haga lo que sea. Así, no le hará falta utilizar la fuerza/violencia.
En cuanto al servicio policial, examinado siempre con una gran lupa que quiere analizar todo lo que sucede, contenido dentro de un marco legal que representa a una sociedad cada vez más pacificada, pero con individuos cada vez más violentos, que al mismo tiempo se le exige más profesionalidad y decoro, que se le exige que utilice la fuerza y que se le juzga por haberla utilizado, tiene toda una gran dificultad en el momento de utilizar la fuerza/violencia en cada acción que lleva a cabo para su defensa o de terceros.
En la cultura europea, cada vez está más difícil utilizar la fuerza/violencia legalmente y como ejercicio que se nos atribuye como agentes, o incluso como civiles. Y posiblemente sea lo mejor para evitar agresiones desmesuradas o para evitar la represión contra la sociedad.

Pero a veces, vemos actuaciones de policías que simplemente pierden la vida por la duda. Esa duda generada por el desconocimiento, la falta de formación, el temor a no realizar el acto de usar la fuerza legalmente y tal y como se exige o tener el valor de matar en caso de necesidad, algo que parece fácil y no lo es.
Hay que reprochar a la Administración su falta de interés en la formación de su personal de fuerzas del orden y seguridad, como una acción obligatoria que forme parte de su jornada. Seguro que perderíamos menos vidas, tendríamos menos acusaciones de uso excesivo de la fuerza y demandas civiles menos elevadas en cuantías por los resultados de esa mala utilización.

Después de todo este entramado lingüístico no me queda nada más que animarlos a recordar una sola palabra en el momento en que se encuentre en la antesala de una situación violenta: la necesidad.
La necesidad, como palabra simple y fácil de recordar en momentos de alto estrés, nos ayudará a saber si tengo que utilizar la fuerza o no. Pregúntesela. Sea escueto. La respuesta ha de ser SI o NO. Si tiene dudas, no la utilice. Si la utiliza, analice constantemente el escenario para incrementar, disminuir o detener esa fuerza.

Posiblemente, y ya para acabar, igual en este escrito encuentra errores, redundante, desacuerdos, lo ve demasiado violento o cree que lo pude o puede hacer mejor. Me parece genial. Con respeto, puedo escribir su opinión o su tesis sobre lo aquí escrito. Si es respetuoso, se le publicará en la entrada de mi blog que realizaré seccionando este artículo en varias partes.

Estas palabras son mi aportación para intentar que la gente, persona civil o agente de policía, comprenda que tanto violencia como uso de la fuerza son indistintas, la misma cosa: el acto de hacer daño a una persona con un fin y que si su uso no está legalmente justificado tendrá responsabilidades penales y civiles.

 

P.D: Le paso los enlaces de las anteriores publicaciones.

http://pereperellon.blogspot.com/2024/01/uso-de-la-fuerza-violencia-en-nuestra.html

http://pereperellon.blogspot.com/2024/02/uso-de-la-fuerza-violencia-en-nuestra.html

http://pereperellon.blogspot.com/2024/03/uso-de-la-fuerza-violencia-en-nuestra.html



Un saludo. Pere Perellón.
Director Técnico de Wu Mu.  
infodefensawumu@gmail.com



Fuentes:
- http://www.useofforce.us/  - Brandon Otto.
- http://www.nononsenseselfdefense.com/   - Marc “Animal” MacYoung.
- Cuando la Violencia es la Respuesta. Tim Larkin.
- Boletín 8 del Centro de Investigación y Formación en el Uso de la Fuerza. TDPE.
- Estudio de la legítima defensa en España y en Estados Unidos. Juan Ibarra Anguera. Área de Derecho Penal.
- Uso de la fuerza en las intervenciones policiales. Ángela Pérez Moragues. Trabajo final de Grado en Criminología y seguridad.
- Sentencia nº: 1066/2012. Procedencia: Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
- https://www.rtve.es/noticias/20090129/las-claves-del-caso-tous-defensa-propia-o escarmiento/226291.shtml
- Universidad de Murcia. Anales de Derecho. El uso de la fuerza policial. Una aproximación a su interpretación criminológico-operacional en España Salvador Ruiz Ortiz, Doctor en Criminología, Universidad de Murcia. José María Mainar Ene, Doctor en Derecho, Universidad de Murcia.
- Artículo 26 del Código Ético del Cuerpo Nacional de Policía sobre Uso de la fuerza.

viernes, 15 de marzo de 2024

Uso de la Fuerza (violencia) en nuestra autodefensa civil o policial. 3/4

 

Imagen de Republica en Pixabay.

Oportunidad.

AQUÍ y AHORA. Recuerde estas dos palabras. El Tribunal querrá saber si fue el momento preciso para utilizar la violencia legalmente en ese lugar y ese momento. También querrá saber si su atacante tenía la oportunidad de atacarlo en ese lugar y momento. Peligro inminente.

Le recordaré el caso Tous. El acusado, es el yerno de los Tous, Luis Corominas. Reproduzco parte de los hechos probados de la sentencia nº: 1066/2012. Procedencia: Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

NOVENO. - Los ocupantes del Renault Megane, Sinani Gazmend y Dulji Kosum, formaban parte de un grupo de personas que estaban intentando cometer un robo en la mencionada finca.

DÉCIMO. - En el momento en que el acusado detuvo su vehículo a la altura del Renault Megane, el conductor de este último inició su marcha.

UNDÉCIMO. - El acusado, utilizando la pistola semiautomática que portaba, efectuó dos disparos al vehículo.

DECIMOSEGUNDO. - Ambos proyectiles penetraron en el habitáculo delantero del vehículo a través del cristal de la ventanilla delantera izquierda, alojándose uno de ellos en la parte interior de la puerta delantera derecha del vehículo, mientras que el otro proyectil penetró por la parte posterior izquierda del cráneo de Sinani Gazmend, quien ocupaba el lugar del conductor, y salió por la parte delantera frontal del cráneo hasta impactar contra la parte inferior derecha del parabrisas.

DECIMOTERCERO. - El proyectil que alcanzó el cráneo de Sinani Gazmend causó de forma irremediable su muerte, al provocarle una lesión cerebral…

https://www.rtve.es/noticias/20090129/las-claves-del-caso-tous-defensa-propia-o-escarmiento/226291.shtml

Inicialmente, la juez del Juzgado de Instrucción número 4 de Manresa, Montserrat Peña, decretó el ingreso en prisión de Luis Corominas al considerar que el yerno de los joyeros intentó matar a la víctima pues la autopsia reveló que la bala entró en la cabeza "de atrás hacia adelante".

La magistrada también consideró en su momento que en el momento de los hechos no existía para Corominas "un peligro fáctico objetivable".

En este caso, ¿se da la necesidad de la defensa? ¿Se da la necesidad de utilizar violencia letal? ¿Cree que se dan, en estas circunstancias, el aquí y ahora? ¿Se da esa oportunidad?

Si ha leído bien, el acusado fue hasta el vehículo y cuando se aproximó al Renault Megane, el conductor inició la marcha, y el acusado efectuó dos disparos hiriendo letalmente al conductor. Resultado penal: dos años de cárcel; resultado civil: indemnización con 300.000 euros por daños morales.

Una de las consideraciones más importantes para que su acción defensiva sea oportuna es la Distancia, el Alcance o la Proximidad. Un hombre con una pistola se considerará peligroso a cualquier distancia. Un hombre blandiendo un hacha a 200 metros en campo libre no lo es. Ese mismo hombre blandiendo el hacha dentro de un lavabo de caballeros impidiendo su salida, si lo es.

Como ve, todo depende de distancia, alcance posible o la proximidad en que se encuentre de usted. Si usted, como ejemplo, tiene una pared detrás que le impide la fuga posiblemente se disminuirá la distancia en cualquier momento y tendrá la capacidad, el agresor, de hacerle daño.

El peligro debe ser inmediato, lo hemos dicho y lo volvemos a repetir, pero va ligado a la oportunidad.

Una amenaza a tu persona en un futuro, no presenta un peligro inmediato. Una persona que te golpea y luego se marcha ya no es un peligro inmediato y, por tanto, no existe la oportunidad. Una persona que se resiste a su detención y de repente cesa y se entrega inmediatamente deja de ser un peligro inmediato. Continuar utilizando la fuerza deja de ser oportuno y por tanto ilegal. Pero también piense que igual que el peligro puede cesar también puede surgir, o resurgir inmediatamente. Entonces, puede usar o continuar usando esa fuerza según ese nuevo escenario. Vuelve a ser oportuna.

Artículo 26 del Código Ético del Cuerpo Nacional de Policía sobre Uso de la fuerza: “1. El uso de la fuerza es una medida coactiva a la que sólo se puede recurrir en caso de absoluta necesidad y únicamente en la medida en que se requiera para conseguir un objetivo legítimo. Deberá siempre justificarse y hacerse en base a criterios de legalidad y ética profesional.

4. Son principios que orientan el uso de la fuerza la oportunidad, congruencia y proporcionalidad: - Oportunidad es la necesidad o no de recurrir a la coacción física y cuándo usarla. Para ello se tendrán en cuenta las circunstancias del lugar, la persona o personas sospechosas y su peligrosidad o reacciones previsibles.

Congruencia.

… “Por lo tanto, para ejercen la función policial de control de la situación a través de la detención del ciudadano es necesario un medio de actuación que permita dicho control y que se ajuste a los bienes y deberes jurídicos que colisionan en ese momento. Y la elección de ese medio es el concepto de congruencia. Boletín 8 del Centro de Investigación y Formación en el Uso de la Fuerza. TDPE.

Además, se ha de tratar de medios absolutamente indispensables para la satisfacción del bien general, por lo que la restricción impuesta ha de ser la menos gravosa para los derechos, al tiempo que suficientemente eficaz para alcanzar los fines perseguidos (principio de necesidad), siendo necesaria cuando no exista otra menos lesiva que tenga igual o mayor eficacia en su intensidad, extensión o duración (principio de oportunidad)55.

55 BARNÉS VÁZQUEZ, J. “Introducción al principio de proporcionalidad en el Derecho comparado y Comunitario”, Revista Española de Administración Pública, nº 135, Madrid, 1994, pp. 502-505.

El uso de la fuerza policial. Una aproximación a su interpretación criminológico-operacional en España Salvador Ruiz Ortiz, Doctor en Criminología, Universidad de Murcia. José María Mainar Ene, Doctor en Derecho, Universidad de Murcia.

Para simplificar su significado, usted tiene que elegir el medio o instrumento más idóneo (idoneidad) o menos peligroso o el apropiado para la situación o escenario en el que se encuentre. Recuerde que tiene que haber una necesidad racional previa para justificar el medio que usted ha empleado para proteger el bien jurídico en peligro.

En nuestra vida, ha de prevalecer el sentido común. Defenderse con un bate de beisbol contra oso no le servirá de gran cosa, posiblemente necesitará una escopeta de gran calibre (la escopeta, ¿es idónea, es congruente contra un oso?). Defenderse con ese bate contra un menor que le quiere pegar tampoco será congruente (el bate, ¿es idóneo, es congruente contra un menor?). El medio empleado para lograr su defensa ha de ser objetivamente apto al escenario que se encuentre. Usted mismo.

Proporcionalidad.

Para explicar dicho principio utilizaré la siguiente analogía y lo representaré como una balanza que ha de equilibrar esa necesidad de utilizar la fuerza. Esa balanza debe guardar un equilibrio entre la violencia recibida y la violencia utilizada. Debe ser estrictamente igual a la gravedad de la amenaza y el objetivo legítimo que se persigue, en este caso nuestra autoprotección o las actuaciones policiales que no generen un daño superior al bien que pretenden proteger.

Si utilizamos como ejemplo la capacidad, en el sentido de un agresor o persona que se resiste a la actuación policial, que es enorme, de fuerza increíble y se dirige hacia usted, persona frágil, de peso pluma y con escasos conocimientos en defensa podemos ver que la balanza se inclina hacia la desproporcionalidad; por tanto, en caso de usted tuviera que utilizar violencia letal tendría motivos y justificación para exponer que su actuación fue necesaria para llevar a cabo su legítima defensa contra semejante individuo.

Pistola vs. Cuchillo.

Leído todo lo que hasta aquí se ha escrito deberíamos ya tener claro cuándo, por qué y si podemos utilizar una pistola para defendernos de un cuchillo. Antes, quiero darle algunas ventajas e inconvenientes de cada tipo de arma.

Una pistola tiene un alcance efectivo de unos 50 metros; el alcance del cuchillo ronda los 2 metros.

Una pistola puede disparar unos 16 proyectiles; un cuchillo no tiene límites.

Una pistola puede encasquillarse; un cuchillo no se encasquilla, puede romperse al colisionar contra un hueso.

Una pistola tiene que municionarla si no la lleva municionada; un cuchillo tiene que desplegarlo o no.

Con la pistola puede necesitar varios disparos o un certero disparo a parte vital; con el cuchillo necesitará varios cortes o certera incisión en parte vital.

Las dos, son armas letales.

Vistos estos desequilibrios, hemos de entender que de por medio y según escenario igualmente existe el alcance, la distancia y la habilidad o la capacidad del atacante cuando nos encontremos alguna de estas dos armas a nuestro frente.

Como ve, la congruencia y la idoneidad de responder con pistola ante un ataque de cuchillo queda más que justificado.

La regla de Tueller es clara. A unos 6 - 7 metros de distancia le clavaran un cuchillo antes no extraiga el arma y dispare; por tanto, existe la distancia y la capacidad.

¿Existe la necesidad y el peligro inminente? Si el individuo está lejos de usted sin claras intenciones de atacarlo, no, pero tenga su arma municionada y preparada para el disparo, en posición de 45º, apuntando al suelo y esté atento a sus movimientos.

Pero, ¿y si está encerrado entre paredes y la persona viene hacia usted? ¿Tiene alguna otra opción? ¿Se da la necesidad? ¿Peligro inminente?

Analice su escenario en cada momento. La distancia frente a un cuchillo, marcará la peligrosidad e inminencia del peligro.

Si está dotado de arma y realiza disparos, espere su resultado. Los verá. No utilice su fuerza alocadamente y vacíe el cargador sobre la persona. Vuelva analizar el escenario.

Recuerde, si surge una duda en el tribunal “pudo haber hecho esto…” usted tendrá todas las de perder.

No voy a entrar en la elección del blanco. Los que están sentados en el sofá le dirán que tiene que disparar a las piernas primero para detenerlo. Si quiere le mostraré vídeos de agentes disparando a personas a escasos metros de distancia y el individuo aún sigue en pie dirigiéndose hacia el agente. Si no rompe el hueso de la tibia, rótula o fémur, casi seguro que el tipo seguirá caminando. Cuidado.

Otro factor determinante será el estrés y la adrenalina que afectarán a su disparo; por tanto, su forma de utilizar arma y fuerza. Su cuerpo sufrirá algunos cambios (altas pulsaciones, visión túnel, posible sordera, temblores, bloqueo de los ojos en las cuencas…) y la actividad motora compleja dejará de funcionar. No le pida a su persona ser certero al intentar disparar a un objetivo concreto. Si no ha municionado su arma, posiblemente ni se acordará y no sabrá qué está pasando al pulsar el gatillo y ver que su arma no ejerce la función que se le pide en ese momento. Se lo digo porqué lo he visto en simulacros.

Entonces, cuando todo esto esté sucediendo, el agresor se le abalanzará y comenzará a asestarle golpes de cuchillo en todo su cuerpo. Si reacciona, utilizará toda la violencia necesaria para detenerlo. Ya habrá hecho demasiado tarde. Detener un cuchillo, es prácticamente imposible.

El cuchillo, no es un arma a menospreciar. Cualquiera la puede obtener y llevar encima sin que nadie la vea. No hace falta práctica ni entrenamiento marcial para pinchar a alguien, se lo aseguro.

He visto policías que han actuado ante un cuchillo con la porra extensible y han recibido navajazos.

He visto policía que han disparado caminando hacia atrás, sin acertar, y han recibido navajazos.

Si busca por internet, puede encontrar de todo.

Tenga cuidado. 

Continuará...